Está en su filosofía de actuación desde su nacimiento en 1919. Ante una emergencia, una de las acciones prioritarias es la educación. Desde que comenzara la crisis de la COVID-19, Save the Children atiende directamente a 3.390 niños y ha constatado que las diferencias existentes se han recrudecido por algunas de las medidas excepcionales tomadas durante el estado de alarma.
El cierre de las escuelas conlleva limitaciones de oportunidades para los colectivos más vulnerables. Supone la reducción del tiempo lectivo lo que “suele implicar una pérdida de competencias y conocimiento que será más acusado en alumnos de origen inmigrante o de entornos socioeconómicos más desfavorecidos” señala la organización. También podría influir en las tasas de abandono escolar pues desaparece la protección del vínculo emocional con la escuela, el profesorado y el resto de alumnado.
La brecha digital
La implantación de la educación digital online de manera acelerada ha dejado fuera a muchas familias que no disponen de conexión a internet ni de dispositivos electrónicos. Una de las prioridades del plan A tu lado de Save the Children para esta emergencia se ha centrado en garantizar la equidad socioeducativa. En coordinación con fundaciones y empresas tecnológicas, ha dotado con medios digitales a familias vulnerables para que pudieran seguir el curso con normalidad. Cuatro horas semanales de asistencia educativa mediante tutorías individualizadas y refuerzo educativo para el verano, completan esta acción.
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La ONG calcula que se necesitará una inversión de 5 millones de euros
Para que esta crisis no deje atrás a gran parte de una generación son necesarias “políticas educativas eficaces y ambiciosas pero realizables” afirma la organización en su informe COVID-19: cerrar la brecha. Así mismo, apuesta por una especie de Plan Marshall que se base en la cooperación territorial y en una apuesta fuerte por la educación en los próximos Presupuestos Generales del Estado 2021, una reorientación de los fondos europeos y apoyo desde la Unión Europea que incluya una Garantía Infantil dedicada a la educación.
Para el próximo curso propone ampliar el refuerzo educativo a principios de septiembre de forma intensiva; condensar el currículo conectando las áreas de aprendizaje y poniendo el énfasis en los conceptos clave; procurar el acceso a la tecnología a los centros educativos y a los estudiantes, con la colaboración entre la administración pública y empresas de telecomunicaciones; ajustar los requisitos de renta para acceder a becas y ayudas al estudio; y, por último, un plan de seguridad y salud redactado junto a expertos sanitarios en relación a la contención del virus.