Índice económico tras índice económico, España continúa en el vagón de cola como uno de los países más desiguales, tanto a nivel europeo como mundial. El Índice de Compromiso con la Reducción de la Desigualdad (CRI), vuelve a situar a España en las posiciones más bajas, en el combate por reducir los niveles de pobreza. Según este Índice, España ocupa el puesto 24 de los 35 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En este medidor se estudia a 152 países de todo el mundo, centrándose en los resultados de sus políticas en gasto público, progresividad fiscal y derechos laborales.
Intermon Oxfam y Development Finance International
Esta primera valoración de este indicador económico, realizado por Intermon Oxfam y Development Finance International, con el objetivo de calcular la voluntad real de los Gobiernos en reducir la brecha entre ricos y pobres, sitúa a España en posiciones muy bajas.
España se sitúa en la posición 27 de la clasificación general, y en el puesto 24 si hablamos de los países de la OCDE. Si solo se tiene en cuenta la UE, España aparece en el puesto 18, solo por encima de países como Hungría, Chipre, Estonia, o Rumanía, entre otros.
¿Qué explica que España continúe a la cola?
Según el estudio, uno de los aspectos claves, es el mercado laboral, incapaz de solucionar la desigualdad. A esto añade que el salario mínimo es bajo en relación al PIB, la elevada tasa de desempleo y la mejorable estructura de los impuestos, para actuar como agente en la reducción de las desigualdades.
En las posiciones cabeceras
En las primeras posiciones de este estudio, se encuentran Suecia, Bélgica, Dinamarca, Noruega, Alemania, Finlandia, Austria, Francia, Países Bajos y Luxemburgo. Según Oxfam, como países ricos que son, tienen una mayor capacidad para recaudar impuestos progresivos, porque hay más ciudadanos y más empresas con ingresos elevados que pueden pagar más impuestos.
Además, tienen un mayor margen para gastar lo recaudado en servicios públicos y protección social, y de esta forma enfrentan la desigualdad incrementando el salario mínimo y apoyando los derechos laborales.