“Hola a todos, la familia Echeverría Miralles de Imperial quiere agradecer al Consulado, Embajada, Ministerios, el presidente y todo el gobierno español y policía española, el HSBC, Iberia, la familia, los amigos de Ignacio (especialmente Guille y Javi que estaban allí), amigos de la familia, y gente que no conocemos, que se han volcado buscando a mi hermano y apoyándonos, y a la prensa y a todo el pueblo español que han estado con nosotros en todo momento y la gente de Londres que nos han apoyado. Mi hermano Ignacio intentó parar a unos terroristas, y perdió su vida intentando salvar a otros. Igna te queremos y nunca te olvidaremos”.
Es la confirmación de la muerte de Ignacio Echeverría en el atentado de Londres de este fin de semana y que esta tarde ha colgado en su perfil de Facebook la hermana del asesinado, Isabel Echeverría. Otra de las hermanas, que también está en Londres, Ana Echeverría, ha confirmado la peor noticia que se podía esperar. A través de Facebook también informa del trágico desenlace. “Ignacio no sobrevivió al momento del atentado. Gracias a todos los que le quisisteis y cuidasteis. Sabemos que no somos los únicos tristes. Queremos ver y estar con el cuerpo de Ignacio. Parece que hasta el viernes como pronto no podemos estar con su cuerpo. Querríamos que el Gobierno Británico nos permita estar con él… Gracias al personal administrativo y político español por su ayuda en hacer esto posible”, termina con dolor el mensaje de Ana Echeverría en el que se puede constatar la indignación de la familia por el trato recibido por las autoridades inglesas.
La policía británica ha tardado cuatro días en comprobar la identidad de una de las siete víctimas. ¿Por qué? ¿Es legal tardar tanto tiempo? ¿Habrían sido más diligentes si este jueves no hubiese elecciones en el Reino Unido? El sábado las autoridades inglesas habían notificado oficialmente que había siete fallecimientos, sin dar más información sobre la identidad de las personas asesinadas. A pesar de la rápida colaboración de la policía española, que envió las huellas digitales que fueron solicitadas por los servicios de identificación ingleses, la labor de identificación ha tardado excesivamente. Así lo acreditan distintos forenses especializados, que han emitido su opinión a través de varios medios informativos españoles. Los trabajos de coordinación de la embajada española y la amarga colaboración de la familia del joven español, que se tuvo que temer que lo peor había ocurrido desde el principio, no sirvieron para acelerar la confirmación oficial. Una noticia que, inexplicablemente, no ha llegado hasta esta misma tarde. Cuatro días más tarde. La indignación de los familiares y del propio gobierno español, que ha tratado de presionar a las autoridades inglesas en las últimas horas para que terminasen con la angustiosa agonía por la que han pasado, no ha logrado calmar la indignación. La falta de noticias veraces sobre el paradero de Ignacio Echeverría no llegaron a pesar de todos los esfuerzos. La mala gestión de la identificación por parte de la policía y el gobierno británico ha permitido que desde ayer por la tarde se especulase con lo que ha podido suceder. Hasta el punto de que el retraso del anuncio de debe a un ocultamiento de la verdad oficial de lo que sucedió.
La familia estaba desde el martes en Londres ofreciéndose para ayudar en todo tipo de trámites que pudiesen precisar las autoridades británicas, incluso para el reconocimiento del cadáver del que no se conocía su identidad si fuese necesario. Pero este ofrecimiento, a pesar de todas las facilidades mostradas por la familia, no ablandaron a las autoridades británicas. Otra vez surge la pregunta. ¿Por qué? Las autoridades pidieron algo. Más tiempo. ¿A qué se ha debido tanto retraso? Las autoridades británicas solicitaron a la familia 24 o 48 horas más para continuar con su trabajo de identificación, alegando que el método de trabajo era complicado. La séptima víctima seguía siendo una incógnita oficial 90 horas después. Todas las demás ya tenían nombres y apellidos. 20 horas antes de conocerse el resultado de las tareas de identificación, Joaquín Echeverría, hermano de la víctima escribía el siguiente mensaje en Facebook , todavía esperanzado: “seguimos sin noticias de Ignacio Echeverría. Las autoridades británicas nos piden 24 o 48 horas más para darnos información”, un comentario que reflejaba tensión, mientras surgían en la red rumores de que Ignacio Echeverría era la séptima víctima del atentado.
Sin embargo, este miércoles la policía británica ha tenido que elevar a ocho el número total de fallecidos porque ha aparecido otra víctima en el Támesis. Se trata de un ciudadano francés de 45 años que trató de escapar de las garras de los terroristas. La muerte está relacionada con los ataques del sábado, ya que así lo ha constatado la policía londinense, a través de la cuenta de Twitter de la policía inglesa, una identificación que se ha conocido curiosamente el mismo día que se conoció su paradero.
[Sumario]
Las malos presagios y la ausencia de buenas noticias se precipitaron el martes por la tarde. Los familiares fueron informados de que el nombre de Ignacio Echeverría no figuraba entre los 48 heridos. Tampoco entre los heridos en estado crítico, y que tratan de recuperarse en diversos hospitales de la capital del Reino Unido. Como además sólo faltaba por conocerse el nombre de uno de los siete fallecidos, las piezas sólo encajaban hacia la peor de las hipótesis que se podía manejar.
Incluso, la periodista Isabel San Sebastián, familiar de Ignacio Echeverría -tía política-, ayer, por error y pensando que ya había trascendido la confirmación oficial de su muerte, envió un mensaje de condolencia a través de Twitter. Sin embargo, tuvo que retractarse minutos después al enterarse de que ninguna autoridad británica había confirmado su muerte oficialmente. Tampoco la familia, que seguía enviando señales, cargados de paciencia e inquietud, de tensa esperanza. El ministro del interior, Ignacio Zoido, ha calificado la actuación de la policía inglesa de “inhumana”, ya que el trato que ha recibido la familia española, que ha aguardado contenida la identificación del cadáver que faltaba, lo que ha llenado de mayor drama la resolución del golpe terrorista. Isabel San Sebastián ha confesado en Más Vale Tarde, de La Sexta, que la familia conocía desde el lunes la probabilidad de que una de las víctimas fuese Ignacio. La periodista y tía política del joven asesinado ha dicho que la familia ha vivido una auténtica “tortura”, que también ha calificado de “cruel”.
Mayor sorpresa ha causado que las autoridades británicas no permitiesen a los familiares ver a Ignacio Echeverría hasta el viernes. Finalmente, ante la presión ejercida y el malestar del gobierno español por la ama gestión de las autoridades británicas, la familia podrá estar este jueves con el cuerpo de la víctima. Esta decisión rompió definitivamente a los familiares, que no podían entender las formas y la escasa delicadeza con la que se ha comportando el Gobierno de Theresa May, que este jueves sabrá si es elegida o no presidenta del país. La prohibición inicial levantó la sospecha sobre qué ha pasado realmente con la causa de la muerte de Ignacio.
Isabel San Sebastián pidió a los medios de comunicación, en nombre de la familia de Ignacio Echeverría, que se ejerciese toda la presión posible para adelantar el amargo proceso que están viviendo. La periodista y tía política de la víctima ha denunciando el incomprensible comportamiento de las autoridades policiales británicas, que tras haber manejado la oficialidad de la noticia con una sorprendente lentitud, se había empeñado en impedir que la familia confortase su dolor acompañando a su ser querido. La propia Isabel San Sebastián ha confirmado horas después en su cuenta de Twitter que la macabra actuación del gobierno de May ha cedido para que la familia reciba hoy el cuerpo del español asesinado.
Ignacio Echeverría tenía 39 años. Vivía en Londres, en donde trabajaba como abogado en el HSBC, uno de los bancos más importantes del mundo. El joven regresaba la noche del sábado con varios amigos que habían pasado la tarde practicando una de sus aficiones, el skate, una modalidad deportiva con patín. Regresaban en bicicleta. Al pasar por el barrio de Borough Market vieron como los terroristas atacaban a los peatones que se encontraban a su paso. Entre ellos una mujer a la que estaban acuchillando. Ignacio Echeverría en lugar de esconderse o protegerse, como hicieron sus amigos, acudió a auxiliar a la víctima y con el patín trató de golpear a los terroristas. Sus amigos vieron cómo Ignacio Echeverría también era apuñalado por la espalda mientras se enfrentaba a uno de ellos con valentía. Echeverría cayó al suelo ante la desigualdad de la situación. Cuando sus amigos reaccionaron del estado de shock en el que se encontraron, su amigo ya no se encontraba allí, tendido en el suelo. Durante las primeras horas, la familia y amigos se agarraron a la esperanza de que Ignacio podría ser una de las víctimas heridas, y podría permanecer en algún hospital londinense sedado. Las autoridades no facilitaron su colaboración a la hora de dar información sobre los heridos, ni a una de las hermanas ni a los amigos que la acompañaban procurando una respuesta, un paradero. Tampoco a los padres de Ignacio, que viajaron a Londres tan pronto como comprobaron que las noticias podían hacer presagiar lo peor. Ningún familiar ni el gobierno español consiguió la sensibilidad y la humanidad del Gobierno británico.
La tensa espera de estos cuatro días dio pie a resaltar el enorme papel solidario, valiente y comprometido de Ignacio, al que se ha bautizado ya como el “héroe del patín“. El patín fue el único medio que tuvo a su alcance para poder usar como “arma” y tratar de defender a las víctimas que estaban siendo discrecionalmente atacadas. Los tres terroristas, cuchillo en mano, pudieron más durante los ocho fatídicos minutos que duró el ataque, según asegura la policía, frente a la tabla de madera con la que Ignacio sacudía a los asesinos sin éxito. El joven español pudo ser un súper héroe. Lo que ya es seguro es que es un héroe, el héroe del patín, como así reflejan las portadas de los medios ingleses más importantes del país.
El Gobierno español ha anunciado que se concederá a Ignacio Echeverría la Cruz de Plata de la Orden del Mérito Civil a título póstumo.
