Parece que la Audiencia Nacional ha reaccionado a las quejas de la gran mayoría de grupos políticos que reclamaban que Mariano Rajoy no podía comparecer a través de un plasma en el juicio del caso Gürtel. La Sección Segunda de lo Penal obligó al presidente del Gobierno a comparecer en persona el próximo 26 de julio al juzgado de San Fernando de Henares (Madrid). Desde octubre se desarrolla la vista oral de dicho juicio.
La no presencia inicial de Rajoy se justificaba por motivos económicos y de seguridad para el propio presidente del Gobierno como así indicaron fuentes de Moncloa: “Un despliegue importante de recursos públicos, siendo más conveniente la videoconferencia”. Por su parte, Ángel Hurtado, magistrado de la Sección Segunda ha alegado que las razones para no comparecer en persona en el juicio no son consistentes ya que además Rajoy acude “como un ciudadano español” y no como presidente.
Otro de los motivos que esgrimió el Gobierno era la “intensa actividad” del presidente. Recordando su calidad de ciudadano, el tribunal aludió al artículo 14 de la Constitución en el que se recuerda la igualdad de todos los españoles ante la ley. Suman a su respuesta a la propuesta del Gobierno que se trata de “un acto ciudadano que se enmarca en la normalidad democrática y del estado de derecho”.
El conjunto de magistrados recuerdan que la Audiencia Nacional, como tribunal de Justicia “se sitúa en el mismo plano en cuanto a poderes del Estado que el Ejecutivo”, por lo tanto “la comparecencia personal de su representante máximo, en sana relación institucional, se ajusta a derecho”.
18 kilómetros
Esta es la distancia que tendrá que recorrer Rajoy desde La Moncloa hasta San Fernando de Henares. Los magistrados recalcan que no aciertan a “entender en qué consiste ese despliegue importante únicamente por el hecho de tener que desplazarse el testigo 18 kilómetros”. En la cuestión sobre la seguridad de la Audiencia Nacional son más claros si cabe: “Cuenta con mayores garantías que las que pueden ofrecer otras sedes (…) donde el testigo ha protagonizado actos y reuniones (…) y más aún que las existentes en mercados y otros foros populares”.
El temido paseillo
Parece que será inevitable aquello que no quería ver el equipo de Mariano Rajoy, el presidente del Gobierno, el primero en la historia de España, haciendo el paseíllo para comparecer en calidad de testigo en un juicio en el que está implicado el partido que el mismo dirige.