Parecía imposible pero el votante del Partido Popular ha reaccionado a los casos de corrupción en los que se han visto involucrados algunos de sus dirigentes más importantes. Si en el último barómetro del CIS los populares perdían cierto apoyo pero seguían con bastante diferencia contra la oposición, en el último sondeo electoral conocido, el elaborado por Jaime Miquel & Asociados para ‘Público’ estos datos han cambiado de forma brusca.
El punto más importante de este sondeo es quizás el descalabro del partido comandado por Mariano Rajoy. Si se celebrasen elecciones en estos días, los populares pasarían de los 137 de junio del pasado año a 113 según este último sondeo. Un batacazo considerable y que algunos pensarán que ha tardado demasiado en llegar tras el acoso de la corrupción que ha sufrido el partido que dirige el Gobierno. En cuanto a número de votos perdería 1,64 millones de votos.
El crecimiento de Ciudadanos
En el punto positivo de esta encuesta está la formación dirigida por Albert Rivera. El partido naranja viviría un crecimiento mayúsculo pasando de 32 de junio de 2016 a 53 de este último sondeo de mayo. Ciudadanos era calificado por muchos como un nuevo PP y parece que la corrupción interna de los populares ha terminado por beneficiar a un partido conservador pero con nuevos aires como Ciudadanos. Otro de los beneficiados del hastío del ciudadano es Unidos Podemos que sumaría 3 escaños y llegaría a los 74 asientos en el Congreso.
El PSOE por su parte sumaría tan solo 2 escaños y se quedaría en 87, lo que no le permitiría acercarse demasiado al PP por méritos propios sino más bien por demérito de los populares. Cabe decir que esta encuesta se realizó días antes de que los socialistas eligieran como secretario general a Pedro Sánchez. Habrá que ver cuáles son los resultados en los próximos sondeos tras conocerse el nuevo líder del PSOE.
Por último, lo más preocupante llega cuando se leen los datos de participación, del 69,8 por ciento de las generales de 2016, se pasa a un 68,3. Esta sería la participación más baja en casi cuatro décadas. Una vez más, se demuestra que los ciudadanos creen cada vez menos en la política y a que esto cambie no ayuda los casos de corrupción que salpican a diario a los partidos políticos.