Por insólito que parezca, la información que hace pública el Sindicato Unificado de Policía (SUP), deja a los ciudadanos perplejos y desamparados, ante la práctica de un ‘poder’ sin sentido ni razón.
Después de 2 años de pleitos, en los que una parte, el SUP, se paga sus letrados, para defender el derecho a la información que contienen los expedientes que se elaboran para dar medallas con pensiones vitalicias; y de otra, el Ministerio del Interior y el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, con abogados el Estado, se niega a ello, amparados en que dar esa información “podía suponer un riesgo previsible, para la seguridad de los condecorados y para las operaciones policiales”.
Gastar del ciudadano
Es decir, que la Administración, a la que le pagamos los letrados y toda su defensa, vulnera la ley, pleita contra sí misma, ocasiona gasto inútil, atasca los juzgados y desoye una primera sentencia, del juzgado central nº 10, para ocasionar más gasto e ir al Contencioso Administrativo.
Pues ya han recorrido todo el camino, que se comenzó en tiempos del ministro, Jorge Fernández Díaz, para llegar a que la Audiencia Nacional, de forma definitiva, en una sentencia contra la que no cabe recurso, concretamente la Sección Séptima de lo Contencioso Administrativo confirma la decisión del juzgado central nº 10, y rechaza los argumentos de la abogacía del Estado, en representación del Consejo de Transparencia, al que condena a pagar las costas.
La sentencia avala que el SUP pida esta información, por considerarla perfectamente congruente con los fines del sindicato, sobre todo, “dada la trascendencia presupuestaria en la concesión de las resoluciones adoptadas, en la concesión estas medallas”.
Hacer al antojo
Pues nadie se sonroja; nadie dimite; no pasa nada. Se conceden medallas con pensiones para toda la vida, amén de la que ya les va en cargo, a los amiguetes, a los afines, a los que colaboran y, se conceden, sin dar información ninguna, bajo el ocultismo de quien se llama ‘comisión de transparencia’ y es más opaca que una piedra pómez.