La Guardia Civil, en la operación Blizzard, coordinada por INTERPOL y Europol, para combatir el comercio ilegal de reptiles y en el que han participado 22 países, ha investigado de 6 personas, por tráfico de especies y delitos relacionados con el incumplimiento del Convenio CITES. En Europa, aproximadamente 1.500 serpientes, lagartos y geckos vivos fueron incautados, con 12 arrestos: 6 en Italia y los 6 de España.
En el ámbito internacional, se han incautado 4.419 animales vivos, incluyendo 2.703 tortugas, 1.059 serpientes, 512 lagartos y geckos, y 20 cocodrilos y caimanes. Las autoridades competentes confiscaron 152 bolsos, billeteras, correas, medicamentos y taxidermias derivadas de reptiles. En nuestro país se han llevado a cabo un total de 217 inspecciones en establecimientos de venta de animales, mayoristas, coleccionistas privados y transportistas; se han formulado 25 denuncias por infracciones de contrabando, a consumo, comercio y venta de animales, a sanidad animal y a medio ambiente.
Entre las aprehensiones, destaca la de 627 reptiles vivos de numerosas especies, algunas de ellas de gran valor ecológico, entre las que se encuentran la tortuga mora (Testudo graeca), la tortuga gigante de Aldabra (Aldabrachelys gigantean) o la tortuga de espolones africana (Centrochelys sulfata).
En España
Del desarrollo de la operación, una de ellas se realizó en un criadero clandestino de tortugas, en el que se localizaron numerosos especímenes en situación irregular. Ya en 2018, se intervino en Baleares un criadero de similares características, lo cual demuestra el alto interés que las tortugas, especialmente determinadas especies, generan entre los coleccionistas. Se han practicado numerosas incautaciones en Almería y Murcia por la venta irregular de tortuga mora (Testudo graeca), especie de la máxima protección nacional y europea, y que debido a la facilidad de su captura, unido a que en España se encuentran algunas de las mejores poblaciones de esta especie en Europa, es objeto de deseo de coleccionistas.
Tapaderas
Se han producido incautaciones en criaderos de reptiles registrados de forma legal. Sin embargo, en muchas ocasiones detrás de esta actividad legal se sitúa un comercio al margen de la normativa vigente, que aprovecha las instalaciones y los conocimientos empleados en especies comunes, para desarrollar actividades ilícitas sobre especies más raras y más valiosas.
Meros objetos
Se han detectado otras irregularidades como la falta de permisos para mantener núcleos zoológicos, no gestionar correctamente los residuos de la actividad, o no mantener las condiciones higiénico-sanitarias de los animales, lo cual demuestra que en muchas ocasiones el mercado ilícito utiliza a los animales como meros objetos de transacción económica, respecto de los que no existe preocupación alguna sobre su estado de salud.
Prioridad de la UE
En 2017, Europol abrió el Proyecto de Análisis (AP) EnviCrime, tras establecerse la nueva prioridad EMPACT, sobre delitos ambientales. Este equipo ha trabajado para combatir los delitos contra la vida silvestre y el tráfico de residuos. La operación Lake, es solo un ejemplo de las numerosas acciones de éxito llevadas a cabo. En marzo de 2018, el AP EnviCrime, lanzó el proyecto Naultinus, como resultado de la operación Jungla V, centrada en el tráfico de vida silvestre en la UE y, de forma más específica, en el comercio ilegal de reptiles y aves en la UE.
Atrapar a los criminales
Europol ha apoyado a los países participantes en el intercambio de información e inteligencia antes de la operación. Esta información se ha podido emplear para crear los perfiles de los delincuentes y sus asociados, y para hacer un seguimiento de su actividad. Durante la operación Blizzard, Europol e INTERPOL han trabajado de forma conjunta para mejorar los esfuerzos internacionales en la lucha contra el comercio ilegal de reptiles. Entre los países participantes, se incluyen Australia, Bélgica, Bosnia y Herzegovina, Canadá, Dinamarca, Estonia, Francia, Alemania, Hungría, Israel, Italia, Letonia, Países Bajos, Nueva Zelanda, Polonia, Portugal, Sudáfrica, España, Suecia, Suiza, Ucrania y Estados Unidos.
Negocio ilegal y lucrativo
Las estimaciones de Interpol señalan al delito contra el medio ambiente entre los que mayor crecimiento experimenta, motivado por el beneficio económico que obtienen las redes criminales especializadas que operan en este ámbito. Según informes de Naciones Unidas e INTERPOL, los delitos medioambientales son el cuarto negocio ilegal más lucrativo, tras el tráfico de drogas, la falsificación de productos y el tráfico de personas. Sus ganancias se estiman entre 91 y 258 millones de dólares anuales, a un ritmo de crecimiento del 5 al 7%, también anual.
Expoliarores
España, por su ubicación geográfica, y vínculos comerciales y culturales, es lugar de tránsito y destino de tráficos ilegales de especies de flora y fauna, desde África, y América Central y del Sur, con destino al mercado interior, al resto de Europa y al continente asiático. Esta problemática no sólo afecta a otros países, sino que el propio patrimonio natural español se ve afectado de manera irreparable, por el expolio de individuos y huevos de aves rapaces para su exportación, la captura de miles de tortugas, camaleones y aves, o la pesca de toneladas de alevines de anguila de origen nacional, que se exportan de manera ilegal hacia China.
En la operación han participado efectivos del SEPRONA apoyados por unidades del Servicio Fiscal y de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil.