Era la intervención más esperada. Cientos de simpatizanes del PSOE se agolpaban a las puertas de la sede del partido en la calle Ferraz de Madrid para escuchar las primeras palabras del ganador de las elecciones generales y secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez. Entre gritos de "¡Con Rivera no, con Rivera no!", "¡No pasarán!" o "¡Sí se puede!", el líder socialista se ha mostrado sonriente y agradecido a los votantes por confiarle su apoyo. A ellos, a sus electores, les ha dejado entrever que no pactará ni con Ciudadanos ni con Albert Rivera -a pesar de que tendrían la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados-, aunque ha anunciado que no van a poner "cordone sanitarios".
"Estamos reivindicando el presente y el futuro de nuestro partido: la socialdemocracia tiene futuro" ante "el autoritarismo y la involución", ha instado Sánchez. "Hemos hecho que pase; ha ganado el futuro y ha perdido el pasado", ha asegurado entre vítores y aplausos". Además, el presidente del Gobierno ha puesto en marcha los tres desafíos contra los que luchará: "Luchar contra la desigualdad, avanzar en convivencia y concordia y acabar con la corrupción".
