La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) denuncia la grave situación en la Guardia Civil que protagoniza el director General de Tráfico, Gregorio Serrano, a quien el Ministerio del Interior ha adjudicado, de manera presuntamente irregular, un pabellón o vivienda de la Guardia Civil.
Parece ser que, además de dejarle el pisito al director, le han hecho unos arreglos por valor de 50.325 euros, que se han ido, entre ‘pitos y flautas’ en, “un falso techo de escayola lisa (2.325 euros), un armario corredero (2.392 euros) o una tarima flotante de roble (4 euros), cambios en la instalación eléctrica, ventanas, puertas y fontanería”, según informó El Objetivo, que aportó el dosier de la reforma.
La AUGC explica que “como es público y notorio, los pabellones de la Guardia Civil están destinados única y exclusivamente a trabajadores del Cuerpo, con lo cual estamos hablando, dice la AUGC, cuando menos, de un asunto absolutamente fuera de la normativa que rige la institución, ya que las únicas excepciones en este sentido son las destinadas al director general de la Guardia Civil y al jefe del gabinete técnico”.
El 60%, sin casa
Como prueba de este hecho El Objetivo ha aportado parte de la memoria del gasto para la reforma integral de esta vivienda del Ministerio del Interior y la Guardia Civil, presupuestada en un total de 50.762 euros para “acometer las actuaciones necesarias que actualicen e implementen las condiciones de habitabilidad necesarias para la ocupación del citado pabellón por el actual director general de Tráfico”.
Además de la irregularidad de la situación, “es un agravio para el 60% de los trabajadores de la Guardia Civil en su escala de Cabos y Guardias, que aún no disponen de un pabellón y que se encuentran en una larga lista de espera. Hablamos de agentes que se encuentran destinados lejos de sus lugares de origen, y que con sus sueldos apenas pueden costearse el alquiler de una vivienda”
En cifras, cabe señalar que sólo existen 27.942 pabellones (de los 33.999 del total) destinados a guardias civiles de la escala de Cabos y Guardias, integrada por 65.641 agentes.
Casas rotas para ellos
La AUGC reitera “el lamentable estado en que se encuentran muchos de estos pabellones, cuyas condiciones de habitabilidad están lejos de un estado mínimamente aceptable”. Además, “son los propios guardias civiles los que deben pagar, en la mayoría de las ocasiones, las necesarias reformas de su propio bolsillo, mientras que quienes disponen de altos salarios disfrutan de grandes mejoras”.