Vox se ha erigido, una vez más, como la bisagra que podría permitir a uno u otro bloque llegar al Palacio de La Moncloa. Según el barómetro de GAD3 para el diario ABC, el PSOE ganaría las elecciones pero el bloque de centro-derecha obtendría la mayoría absoluta. El partido del Gobierno reuniría el 26,5% de los votos (111 escaños), seguido del actual líder de la oposición, el PP, que tendría un 23% (97 escaños). Ciudadanos ocuparía el tercer lugar con un 17,1% (61 escaños) seguido de un Unidos Podemos que sufriría una caída estrepitosa y se tendría que conformar con un 11,6% de los votos (31 escaños). Vox sería uno de los grandes beneficiados, irrumpiendo las Cortes Generales con un 9,8% (23 escaños).
Entre los partidos minoritarios, ERC volvería a ser la gran beneficiada con un 2,8% de los votos (13 escaños); seguido de su homólogo, el PDeCAT, y su 1,6% (seis escaños). El PNV reuniría el 1,2% (seis escaños), por delante de EH-Bildu y su 0,6% (dos escaños).
Por lo tanto, el bipartidismo tradicional ha mutado en un choque entre dos grandes bloques ideológicos en los que cada voto cuenta, y de qué manera. El bloque de centro-derecha -PP, Ciudadanos y Vox- alcanzaría el 49,9% del Congreso y 181 escaños frente al 38,1% del centro-izquierda del PSOE y Unidos Podemos (y 142 escaños). Por lo tanto, el apoyo de los partidos catalanes y vascos volvería a ser esencial para un PSOE que, a pesar de que presenta una imagen fortalecida, tendría más fácil ejercer una oposición férrea a un partido de la derecha en coalición.
El PSOE ganaría las elecciones generales pero el centro-derecha tendría mayoría absoluta
PP, Ciudadanos y Vox reunirían 181 diputados frente a los 142 del PSOE y Unidos Podemos; el partido de Santiago Abascal volvería a ser clave para permitir al PP gobernar.

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