El próximo 26 de marzo, Susana Díaz dará el paso de manera oficial para anunciar su candidatura a la Secretaría General del Partido Socialista. Será en el pabellón número 1 de Ifema, en Madrid, y a él acudirán varios presidentes autonómicos socialistas y pesos pesados del partido como José Luis Rodríguez Zapatero. De esta manera, Díaz quiere presentar su candidatura mostrando que cuenta con el apoyo de los altos cargos del partido de Ferraz.
Por el momento, la presidenta de la Junta de Andalucía cuenta con el apoyo del 70% de los barones y de las bases de las Juventudes Socialistas. Además, Díaz es la favorita de Felipe González, Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba, entre otros. Por su parte, la cúpula de los jóvenes socialistas ha brindado su apoyo oficial a Susana Díaz y ha comenzado a articular una red de voluntarios que cuenta con más de 2.300 inscritos. Nino Torre, líder de las Juventudes Socialistas ha señalado que: “Susana Díaz habla claro, y lo que los españoles quieren son políticos que hablen claro”.
Pedro Sánchez, por su parte, el 26 de marzo a las 12:30, una hora después de que dé comienzo el acto de Susana Díaz, arrancará su mitin en Burjassot, Valencia. El que fuera secretario general de los socialistas ha querido contraprogramar a la Presidenta de la Junta de Andalucía, suscitando la polémica.
Sánchez, si consigue llenar el recinto de Burjassot, logrará su acto más multitudinario en lo que lleva de campaña después de reunir a más de 2.500 personas en Cádiz. El que no ha confirmado a cuál de los dos actos acudirá es Ximo Puig, Presidente de la Comunitat Valenciana. Puig es partidario de Susana Díaz, sin embargo, Sánchez visitará la comunidad que él preside. Por lo que el líder valenciano ha asegurado que: “todo depende de una cuestión de agenda”.
De esta manera, y con Patxi López en un segundo plano, Díaz y Sánchez se enfrentarán por ver cuál de los dos cuenta con más apoyos dentro de los socialistas. Aunque, todo apunta que mientras Díaz tiene el respaldo de los altos cargos, Sánchez es del agrado de los militantes desencantados con la abstención de su partido para permitir gobernar al PP.