La sexualidad y todo lo relacionado con ello vuelven a estar presente en Ministerio de Salud. La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, ha señalado que se va “a crear una red pública de salud sexual y reproductiva tal y como la ley estipula” en la inauguración del XIV Congreso Español de Sexología.
Con ello, ha querido denunciar los “retrocesos” característicos de los últimos años debido a las legislativas anteriores que optaron por una estrategia más conservadora en la materia. Junto a esta situación, se añadió las dificultades de acceso a los anticonceptivos de última generación para los más jóvenes; para enmendarlo, la institución busca volver a incluirlos en la cartera de servicios del Sistema Nacional de la Salud (SNS).
El Gobierno popular y la sexualidad
Han sido diversas las leyes socialistas que en el Gobierno de Mariano Rajoy han sido obviadas y no se han aplicado.
Es el caso de la Ley 2 de 2010 de salud, aprobada por la dirección de José Luis Rodríguez Zapatero, que no fue respetada en la mayoría de Comunidades Autónomas que tenían competencias en materia de salud por transferencias del Estado, pues no llevaban a cabo un política pública de salud sexual y reproductiva. Esto suponía que más de 5 millones de mujeres en edad fértil no recibieron en los últimos 5 años ninguna información ni mensaje positivo, desde las instituciones, sobre la importancia del uso de anticonceptivos eficaces para la prevención de embarazos no deseados, según señala el informe de la Federación de Planificación Familiar Estatal (FPFE), que recoge datos hasta el 2016.
Dicha ley seguía las recomendaciones de distintos organismos internacionales, como Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y las resoluciones del Parlamento Europeo, que preveía la adopción de un conjunto de medidas tanto en el ámbito sanitario como en educativo, para adecuar el marco normativo al consenso de la comunidad internacional, el cual era avalado por el conocimiento y evidencia científica, tal y como recogía la columna de El País el 9 de octubre de 2010.
A pesar de que el incumplimiento aquí es de los distintos gobiernos autonómicos, a nivel nacional tampoco se cumplía. Es más, la Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva, aprobada en 2011, no se desarrollaba por completo y sólo se implementaba “las líneas de salud reproductiva (de la Ley) referentes al embarazo, parto y puerperio, mientras que los aspectos relacionados con la prevención de embarazos no deseados, la anticoncepción y todos los relacionados con la salud sexual” no habían sido desarrollados “por el Gobierno tras las elecciones generales de 2011”, las cuales desembocaron el la presidencia de Mariano Rajoy, según la FPFE.
Madres solteras y parejas lesbianas
Las declaraciones de la actual ministra han dejado claro la intención de volver a permitir a las mujeres lesbianas y madres solas acceder a los programas de fertilidad a través de la sanidad pública.
Ello supondrá un choque con el Real Decreto del Partido Popular de 2006 que establecía que sólo se financian públicamente la reproducción asistida en el caso de esterilidad o indicación médica establecida tanto para la mujer como para el hombre. El problema es que al hacer una interpretación estricta del decreto quedan excluidas parejas lesbianas y mujeres solteras que quieran tener hijos si están perfectamente sanas y son fértiles, por lo que “la falta de varón no es un problema médico”, tal y como declaraba la, por entonces, ministra de Sanidad del PP, Mato.
Educación
La actual ministra María Luisa Carcedo, ha señalado la carencia de una materia sobre Educación para la Salud que contemple la salud efectivo- sexual, pese a las recomendaciones de la ONU. Por ello, ha anunciado que se va “a proponer la colaboración con el Ministerio de Educación para incluir de manera transversal y efectiva la educación sexual en el entorno escolar”.
Maternidad subrogada
Carcedo ha señalado que “la maternidad no es un destino biológico ciego sino un proyecto humano, que requiere una decisión libre y responsable” pero que “debe preservar los derechos humanos y la dignidad en un espacio de libertad”.
Por ello ha mostrado su preocupación por la prostitución y la gestión subrogada manteniendo que “el deseo de una persona a tener un hijo, por muy noble que sea, no puede realizarse a costa de los derechos de otras personas”.
Lo que contrata con la votación del 39º Congreso Federal celebrado el año pasado sobre la gestión subrogada, la cual acabó mostrando la clara oposición socialista a la aprobación de ésta. La línea se ha mantenido con las declaraciones del actual presidente.