Agentes de la Sección de Investigación de la Seguridad Social incardinada en la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, en colaboración con la Secretaría de Estado de la Seguridad Social, han destapado un fraude de casi 6 de euros, por el cobro indebido de pensiones de personas fallecidas.
Los agentes han arrestado a 9 de las 46 personas identificadas, en 10 comunidades autónomas, responsables de 53 delitos. La mayoría de los implicados son familiares de los fallecidos, aunque también hay casos de amigos y compañeros de vivienda. Para hacerse con el dinero ocultaban el fallecimiento del pensionista a la Administración, falsificaban el certificado de fe de vida y la firma del difunto, para hacer reintegros en efectivo.
La investigación comenzó tras recibir varias denuncias, en diferentes puntos del país, en las que se informaba de posibles fraudes a la Tesorería General de la Seguridad Social. Avanzada la investigación, los agentes localizaron casos similares en 17 provincias españolas: A Coruña, Albacete, Alicante, Barcelona, Burgos, Cádiz, Las Palmas, Madrid, Málaga, Murcia, Ourense, Pontevedra, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Tarragona, Valladolid y Vizcaya.
Entre los motivos más comunes para cometer el fraude están la necesidades económicas o que, una vez que el banco había resolvía el fraude de los últimos 4 años, podían gastarse el dinero acumulado.
En Albacete se averiguó que un empleado de un banco, donde tenía la cuenta el fallecido, habría cobrado casi 10 euros en efectivo, desde la muerte del pensionista en 2003, hasta 2017. Otro caso significativo se dio, tras una denuncia en Madrid, sobre una pensionista ucraniana que falleció en 2010, a la cual se le pagó indebidamente la cantidad de 91.926,50 euros durante 6 años. Los agentes observaron 209 compras por Internet, con posterioridad a la muerte de la pensionista. La tarjeta bancaria de la pensionista había sido robada por un compatriota compañero de piso, quien la compartía con varios amigos suyos.
En Málaga, fue investigado el cobro de más de 129.200 euros de un pensionista muerto en 1999, y que fueron pagados, 18 años, hasta 2017. La información bancaria constató traspasos posteriores al fallecimiento, de varios familiares. Los investigados aprovechaban el parecido de uno de ellos, para hacerse pasar por el fallecido. Además, se caracterizaba vistiendo ropa de persona mayor e iba con un andador, para pasarse por el nonagenario pensionista.
Los agentes han realizado informes patrimoniales de los implicados, con el fin de que los organismos de la Secretaría de Estado de la Seguridad Social soliciten el embargo de los bienes que considere, o que el juzgado de cada una de las causas pueda utilizarlos para cubrir las responsabilidades.
En la actualidad los distintos organismos de la Secretaría de Estado de la Seguridad Social cuentan con nuevas tecnologías que permiten la interconexión telemática entre administraciones. De forma que realizan de forma periódica controles de la fe de vida de los beneficiarios de prestaciones periódicas. Estos avances hacen que muchas de las comprobaciones se realicen en tiempo real, lo cual hace cada vez más difícil a los defraudadores conseguir el cobro indebido de prestaciones.