Federico Jiménez Losantos parece que tiene complejo de reyezuelo y por eso desde su programa de EsRadio no pierde ripio, atacando y vejando a Gabriel Rufián cada vez que el diputado abre la boca.
Jiménez, ese periodista que escribe Haikus, ha hecho del insulto su bandera. Desde las ondas y acompañado por periodistas que le rinden pleitesía, vapulea no solo a Rufián, sino a todo el que se le pone por delante, sin que le tiemble la voz y al parecer sin que tema futuras demandas, tal es por lo visto su poder.
Federico vuelve a insultar a Gabriel Rufian
Parece que el diputado molesta mucho al periodista, cada día más escorado a la derecha, que ha llegado a llamarle: “gordo, Carmen de Mairena” choteándose de él, siempre con el beneplácito de sus adláteres en las ondas, también periodistas. Hay veces en que la profesión no puede caer más bajo.
La discusión de Rufián con la diputada del PP a la que llamó “palmera” y que propició que ella le dijera: “¡No me guiñes el ojo, imbécil!”, ha sido el acicate que Jiménez necesitaba para volver a insultar al diputado de ERC, esta vez desde su columna en LOC: "Escudero estaba al lado de Cascos en una de estas comisiones de investigación que sólo sirven para salir en La Sexta, cuando el cipayo charnego le llamó "palmera", agresión tolerada por aquel canario invertebrado llamado Pedro".
Aquí se puede ver el momento “palmeril”
Y sigue escupiendo su veneno, que es mucho: "¡No me guiñes el ojo, imbécil!", le atizó Beatriz en un español fonéticamente perfecto al tocinillo del Llobregat. Y una ovación sonó en el firmamento político, por fin alguien ha dado con la palabra exacta para definir al mamarracho”.
Jiménez tendría que hacerse un chequeo lo antes posible, tanta bilis no es buena. Todavía resuena su diatriba abogando por "bombardear a los catalanes", sin que nadie haya callado a semejante basilisco con comportamientos claramente fascistas.
¿Tendrá respuesta por parte de Gabriel Rufián este nuevo ataque de odio? No es probable, porque al señor diputado, lo que opine este periodista bufón al servicio de la derecha más extrema, se la trae al pairo.