Que el parque móvil de la Guardia Civil necesita actualizarse es más que evidente; que las patrullas están más quemadas que ‘la moto de un hippy’, también. Lo insólito es que parece que gastan más en reparaciones que en renovarse. Y para ‘rizar el rizo’, cuando compran coches nuevos tienen control de kilometraje: no más de 2 al mes.
¿2? y si la patrulla se pasa, por ejemplo, hasta los 2.600, ¿le cae ‘un puro’?, tienen que parar el coche el día 20 del mes? El caso de la flota de Córdova, probablemente, sea extrapolable a otras muchas provincias. Lo cierto es que a tenor de las cifras que ofrece la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), hay indicios racionales de que ahí, ‘algo’, no circula bien.
El informe de la AUGC dice que, en Córdoba, entre 2012 y 2016, se han gastado 1.526.585 euros en reparaciones de vehículos, lo que da una media anual de 305 euros. El año que les alió más barato circular fue 2016, el importe que quedó en los 258 euros; frente a 2014, el mejor calendario de los mecánicos, que facturaron 379 euros.
Sin volverse loco con las cifras, en 2012 la factura fue de 286, y en 2013, de 287. Importes redondos y similares. Parece que las reparaciones, aunque cuantiosas, se ‘recatan’ entre el umbral de los 300 y no llegan a los 400 (totales sin céntimos ni flecos).
Los nuevos, para el jefe
Cuenta el equipo de la asociación que, para obtener esta información de Córdoba, ‘han sudado la gota gorda’, lejos de facilitársela al solicitarla, “porque es información reservada”, han tenido que recurrir al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, para que los ciudadanos sepamos en qué se gastan algunos de nuestros dineros.
Vamos a ver cómo está ese parque móvil cordobés. De los 407 vehículos, el 50% supera los 10 años, algunos incluso los 20; y el 40% ha rodado más de 400 kilómetros. Es cierto que la vejez lleva a esa facturación, pero también a la inseguridad de la patrulla, más contaminación, ineficacia. Cuántas veces se habrán quedado tirados en las carreteras los guardias?
Algunos datos más. En el periodo 2012-2016, el gasto en reparaciones se ha distribuido, básicamente, en arreglar 20 coches, “ostentando el triste récord uno de ellos, en el que se han gastado 18.994 euros, mientras que en los demás de esa lista ‘negra’ se han invertido cuantías superiores a los 14, 13, 11 euros”.
La situación se afronta, “como no podía ser de otra manera”, y, en 2015, se compraron 4 nuevos vehículos; en 2016, las adquisiciones fueron de 17. Parece que esto camina bien. Claro, si no fuera porque el comandante, supuestamente, da la orden de que los coches nuevos son para los jefes, principalmente y, además, no pueden superar los 2 kilómetros al mes.
Así es que, parece que está casi en las mismas: se patrulla con los viejos vehículos, esos que van al taller varias veces al año.
¿Cómo se te queda el cuerpo? Pues es lo que hay.