Durante esta temporada, del 21 de junio al 15 de septiembre, Cruz Roja Española ha estado presente en casi 300 playas del litoral español, con un despliegue de 1.420 profesionales, que han velado por la seguridad y la salud de bañistas y visitantes, con más de 93 intervenciones. La mayor parte de ellas relacionadas con heridas y traumatismos leves, la exposición excesiva al sol y patologías previas de las personas usuarias, que manifestaron síntomas durante su estancia en la playa, entre otras.
Miguel Ángel Sánchez Arrocha, responsable del Programa de Playas de Cruz Roja, explica que “los servicios de vigilancia, salvamento y socorrismo en playas son fundamentales para muchos municipios. En Cruz Roja consideramos que es muy importante planificar la gestión de estos servicios de forma adecuada y asignarle los recursos que merece, para garantizar la seguridad de las personas y evitar incidencias”.
En cuanto a los perfiles de las personas atendidas, existen varios tipos. Por un lado, mayores de 65 años; niños y niñas debido a heridas, contusiones leves, golpes de calor o extravíos en los arenales; personas con patologías previas o enfermedades crónicas que se ven incrementadas por el efecto del calor o la deshidratación; también personas extranjeras que desconocen el idioma y las condiciones de la playa; y jóvenes que en algunos casos adoptan conductas inseguras o imprudentes, y van a zonas no permitidas o peligrosas, por bañarse bajo el efecto del consumo de sustancias, y a causa de las zambullidas y alejarse demasiado de la costa.
Cruz Roja vigila playas y otras zonas de baño con una atención social y humanitaria, más allá de la sanitaria, para salvar vidas, con una labor preventiva e informativa dirigida a los colectivos más vulnerables, la utilización la tecnología aplicada al rescate de personas, y la implicación de un equipo humano con una alta cualificación y formación.
Más allá de las asistencias sanitarias (61) o de los rescates de personas (2), Sánchez Arrocha apunta que “también se realiza una importante labor de asistencia social, como el baño adaptado para personas con movilidad reducida en 90 playas, la búsqueda de personas extraviadas, actividades medioambientales y de tiempo libre, y talleres de primeros auxilios a pie de playa, entre otras”.
Además de estas intervenciones, Cruz Roja se vuelca en la prevención de accidentes, con 180 mensajes preventivos a bañistas y embarcaciones.