El miércoles informábamos desde Columna Cero del posible crimen de violencia de género ocurrido en una vivienda de Vicálvaro, hasta la que se desplazaron los servicios de emergencia pensándose que solamente era un incendio. En el interior, encontraron a una mujer de 32 años con un profundo corte en el cuello, el cual le había producido la muerte. En el interior del inmueble también se encontraba su pareja, de la misma edad y también de nacionalidad hondureña, quien fue declarado por las fuerzas policiales como el presunto autor del asesinato, así como el causante del incendio ya que había pruebas de manipulación en las tuberías del gas que podían haber sido las causantes de la explosión.
No había denuncias previas de violencia de género
Debido a las graves quemaduras que sufrió el varón, tuvo que ser llevado de urgencia a la unidad de quemados del Hospital de La Paz, donde fue estabilizado e intubado pero donde no se pudo hacer nada por salvarlo de las quemaduras que había sufrido por todo el cuerpo. El jueves se confirmaba su fallecimiento. Desde la policia continúan intentando esclarecer lo ocurrido, aunque todas las pruebas apuntan a lo que ya venían anunciando desde el primer momento del hallazgo. Supuestamente habría sido el varón quien habría cortado el cuello de la mujer y, posteriormente, para quitarse la vida habría intentado prenderle fuego a la vivienda. A pesar del suceso, también cabe remarca que no había denuncias previas por violencia.
Según se ha podido saber con posterioridad, cuando la policía llegó al lugar de los hechos, ubicado en la calle San Cipriano, el presunto homicida ya había intentado quitarse la vida saltando al vacío desde la terraza del inmueble, ya que había visto que sus planes del incendio no habían podido llevarse a cabo. Alertada por el ruido de la explosión, una vecina fue la que le convenció para que no se lanzara. Cuando la policía llegó, se encontró al hombre con el 50% del cuerpo quemado y desmayado a unos 50 metros de la entrada del inmueble, después de haber pedido un cigarrillo a la gente que estaba viendo la escena desde la calle.