El presidente del gobierno no se hace responsable de lo que pase con las bombas que ha vendido el Ejecutivo a Arabia Saudí. En una entrevista en laSexta, Sánchez se ha ratificado en la decisión de Defensa de cumplir con el contrato y ha decidido “priorizar las relaciones con Arabia Saudí”. No quiere que se lance el mensaje de su posible “revisión”. También ha dejado recado para Margarita Robles: la ministra no fue consciente del impacto que podría tener la cancelación del contrato de venta de armas cuando mostró su voluntad de frenarlo.
La venta ya se ha producido. Ahora solo queda confiar en las buenas intenciones del comprador porque garantías, no hay. De momento, Sánchez se contradice: “para que no haya equivocación, lo mejor es no utilizar esas armas”. Lo dice cuando el contrato ya se ha materializado, pese a las dudas sobre el uso que se les dará a las bombas y las denuncias de ONGs como Amnistía Internacional.
Polémicas universitarias
El presidente también ha hablado sobre las dudas en torno a su tesis. Asegura que contactó con miembros de la universidad para pedirles disculpas por la polémica y espera que esto no afecte al privilegio de la Camilo José Cela. También ha atribuido la controversia al “ruido” generado por la “falta de oposición política” y ha denunciado una campaña de difamación personal.
Sobre la dimisión de Montón, Sánchez ha recalcado su defensa de la gestión pública de la exministra, pero no aclara si le ocultó los plagios. “Yo no soy un fiscal”, ha señalado el presidente. También ha incidido en su ejemplaridad y ha anunciado su intención de reunirse con los rectores de las universidades.
Sobre las rectificaciones del Gobierno, Sánchez las ha calificado de “ruido” y las atribuye a la debilidad parlamentaria. Asegura, eso sí, que el gobierno tiene claro cuáles son sus objetivos.