Después de la sentencia emitida en enero, por el Juzgado Togado Militar Territorial, que decidió archivar el auto abierto contra Alicia Sánchez, la agente de la Guardia Civil que se enfrentó a un delito militar por insubordinación, por vestir su propio chaleco antibalas, ya que el oficial no se adaptaba a su anatomía y por lo tanto no la protegía; pues después de ese episodio, la Guardia Civil abre un periodo de solicitud de chalecos de 15 días, para ellos y para ellas.
Ni Alicia, ni las cientos de agentes que patrullan y velan por la seguridad ciudadana, tendrán que comprarse sus chalecos antibala ni, además, enfrentarse a un pleito militar.
El auto de la juez señalaba directamente la “discriminación” que padecen las guardias civiles, en cuanto a su acceso a chalecos femeninos y dice: “A juicio de esta juez, es evidente que la razón de la actitud de Alicia, no fue otra que poner de manifiesto la dificultad que le entraña la prestación del servicio haciendo uso del chaleco antibalas oficial, la discriminación en la adquisición de los equipos de trabajo para el desempeño de la actividad policial –inexistencia de chalecos antibalas específicos femeninos- y la incidencia negativa en su seguridad y salud con ocasión de los equipos de trabajo”.
Más casos
El de Alicia Sánchez no ha sido el único caso reciente en el que una guardia civil ha sufrido problemas por este motivo. En noviembre de 2016, Pilar Villacorta, entonces vocal de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), en el Consejo de la Guardia Civil, denunciaba ante el Juzgado Tobado Militar de Madrid, al jefe de la Guardia Civil en Cantabria, el coronel Luis Antonio del Castillo, por obligar tanto a ella como a otras dos compañeras a ponerse (para realizar un ejercicio de tiro) chalecos antibalas que no eran ni de su talla ni adaptados a su anatomía.
Desde la AUGC celebran que, por fin, “se haya reparado esta grave carencia, aunque haya tenido que ser cediendo al fin a la presión judicial y mediática, ejercida por nuestra asociación y, sobre todo, por unas guardias civiles valientes que no han dudado en enfrentarse a la Administración, a la hora de reclamar sus derechos”.
(En la fotografía: Las guardias civiles Pilar Villacorta y Alicia Sánchez, ambas de rojo, posan a las puertas del tribunal militar de Valladolid con representantes de AUGC. Delante, un chaleco antibalas).