El nuevo ministro de Cultura y Deporte, Màxim Huerta, utilizó su casa de la playa para rebajar irregularmente su factura fiscal de los ejercicios 2006, 2007 y 2008.
Según publica El Confidencial, La Agencia Tributaria descubrió que la mercantil utilizada por el periodista para facturar sus trabajos en televisión, Almaximo Profesionales de la Imagen SL, declaró como gastos de la “actividad artística” que realizaba en Madrid la compra y el mantenimiento de un apartamento situado en la costa de Alicante.
A juicio de los inspectores de Hacienda, Huerta recurrió a ese artificio para recortar su base imponible y así pagar menos impuestos.