Mucho se habla de la inestabilidad que puede marcar lo que queda de legislatura, con Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, y es evidente que la mermada presencia parlamentaria del PSOE va a dificultar mucho la tarea del nuevo jefe del Ejecutivo, pero hay un dato que ha pasado algo desapercibido con respecto a la inestabilidad previa. Mariano Rajoy, una vez que se quedó sin la mayoría absoluta que permite agotar mandatos sin necesidad de acordar nada con ningún otro partido, ha presidido las dos legislaturas más cortas de la historia democrática española, superando únicamente a la legislatura constituyente, que tenía como objetivo primordial la redacción de la Carta Magna que sirvió para culminar la Transición y no agotar los cuatro años de mandato.
Aquella primera legislatura duró 618 días. La actual, la duodécima, llevaba 682 días hasta que Mariano Rajoy ha dejado de ser presidente gracias a la primera moción de censura que triunfa desde la proclamación de la Constitución de 1978. La legislatura más corta de la historia de la democracia fue la anterior, la undécima, en la que el propio Rajoy era el presidente en funciones y fue incapaz siquiera de solicitar la confianza del Congreso de los Diputados. En las elecciones de 2015, el PP perdió la mayoría absoluta con la que había gobernado desde 2011, y Rajoy siguió gobernando en funciones durante 188 días. El ya ex presidente fue incapaz de dialogar con nadie para lograr acuerdo alguno, y Pedro Sánchez intentó una investidura en la que no logró los votos necesarios, por lo que al final hubo que volver nuevamente a las urnas.
Rajoy, por tanto, ha presidido las dos legislaturas más cortas e inestables del periodo democrático español y en la última, además, con menos respaldo parlamentario del que ha logrado Pedro Sánchez en la moción de censura. El líder socialista logró el voto afirmativo de 180 diputados. Rajoy, en cambio, apenas logró 170 cuando fue investido presidente el 29 de octubre de 2016. Esos 170 diputados que votaron a favor de Rajoy para que fuera presidente supusieron el segundo menor respaldo de la historia de la democracia, superando solo los 169 con los que José Luis Rodríguez Zapatero logró revalidar la Presidencia en 2011.