La ciencia española se está quedando rezagada, tanto a nivel mundial como dentro de la UE. Los recortes en la financiación que se han efectuado desde 2009, han provocado una disminución “muy importante” de artículos de alto impacto de científicos españoles, así como una reducción de cerca del 60% en el número de patentes producidas.
En el periodo entre 2010 y 2015 el número de empresas innovadoras en España ha disminuido en más de un 22% y la financiación que reciben las empresas para I+D ha bajado en un 43%.
Lejos de la media europea en número de investigadores
El sistema de I+D español emplea a algo más de doscientos mil investigadores, lo que supone un promedio de 6’8 investigadores por cada mil habitantes, una cifra que está muy por detrás de la media europea de 7’9.
Desde 2009 los presupuestos para I+D se han reducido en un 36 por ciento. España ha sido el país occidental que más ha recortado en ciencia durante los años de la crisis. Y los efectos ya son evidentes: se han perdido casi 90 empleos y 37 mil jóvenes investigadores han tenido que salir del país.
Muy lejos de los objetivos marcados por la Unión Europea
El libro amarillo de los PGE 2018 señala que “el gasto en I+D medido como porcentaje del PIB en España ascendió al 1,19 por ciento en 2016”. Sin embargo, este porcentaje disminuyó con respecto al año anterior y la tendencia durante la última década nos sitúa muy lejos del objetivo que España se marcó para 2010: alcanzar una inversión en I+D del 2% sobre el PIB. La evolución del gasto hace imposible que ese porcentaje se logre en 2020, como asegura el Ejecutivo.