Médicos que solo pueden dedicar de 1 a 3 minutos a cada consulta, enfermeros saturados, agujas de peor calidad que hacen más dolorosa la prueba de la diabetes, pacientes que deben elegir entre comprar medicinas o alimentos y otros que esperan el doble de tiempo para cirugía que en 2010. Son solo algunos de los efectos de los recortes en la sanidad pública española, detectados en una investigación llevada a cabo por Amnistía Internacional.
A partir de 240 entrevistas a personal sanitario, usuarios y expertos en salud pública, el informe La receta equivocada: el impacto de las medidas de austeridad en el derecho a la salud en España, concluye que los recortes “han tenido un impacto devastador en algunas de las personas económicamente más vulnerables y marginadas de la sociedad, han provocado listas de espera insoportablemente largas y han obligado a pacientes a racionar su medicación para ahorrar costes”.
“Es de una crueldad casi insoportable” porque afecta a la asistencia de las personas “más vulnerables”, dice uno de los médicos citados en el informe. Amnistía va un paso más allá y considera que las medidas de austeridad del Gobierno, en especial el Real Decreto de 2012, vulneran sus obligaciones en materia de derechos humanos.
400 medicamentos en copago
La investigación asegura que los recortes en el gasto en atención sanitaria comenzaron en 2009, pero el punto de mira lo pone el informe en el Real Decreto de 2012. Dicha regulación incluía el traslado del coste de determinados productos sanitarios a los pacientes, la limitación de la atención sanitaria de las personas migrantes en situación irregular (una exclusión sanitaria que ha elevado la mortalidad un 15% en este colectivo entre 2012 y 2015, según otro estudio reciente) y recortar el gasto en personal sanitario, material e infraestructura.
Profesionales en tensión
Los recortes del gasto sanitario han provocado que los profesionales tengan “salarios más bajos, malas condiciones laborales y contratos inseguros”, asegura el informe. Amnistía cifra en 28.500 los empleos que se perdieron entre 2012 y 2014.
Listas de espera más largas
El tiempo medio de espera para una cirugía que no requiere urgencia vital era en el año 2010 de 65 días, pero en 2016 (último dato oficial disponible) casi se había duplicado, hasta los 115 días. La dilatación de las listas de espera fue una constante en las entrevistas que conforman la investigación.