Conforme te vas haciendo mayor, aumentan tus necesidades y gastos. Casa, coche, tarjetas de crédito… Vamos acumulando diferentes préstamos que, todos juntos, suponen un esfuerzo mensual agotador. Y, si a eso le añades algún imprevisto, puede que pases una temporada asfixiante. Si tienes varios créditos, deberías valorar una reunificación de deudas. ¿En qué consiste este nuevo planteamiento? Básicamente, una reunificación de deudas supone agrupar todos los préstamos en una sola cuota de menor importe que la suma de todos esos préstamos. Generalmente, esta reunificación lleva asociado un incremento del plazo de amortización. Es decir, que pagaremos menos dinero al mes durante un poco más de tiempo, por lo que se ve reducida la presión mensual y disponemos de más dinero cada mes.
Dependiendo de si tienes hipoteca o no, las condiciones de la reunificación de deudas son diferentes. En caso positivo, los expertos hablan de una reducción de la cuota mensual considerable con un plazo de amortización de entre 30 y 35 años y con un tipo de interés más bajo que un préstamo personal.
Compara antes de decidir
Si tienes claro que la reunificación de deudas es beneficiosa para ti, debes comparar todas las opciones y condiciones de financiación que te ofrecen tanto entidades bancarias como otras empresas mediadoras que se dedican a este tipo de menesteres. Estas dos opciones son las mejores aunque no las únicas ya que hay también prestamistas privados pero se aconseja que ésta sea la última opción ya que, aunque en muchas ocasiones se pueden obtener una flexibilidad extra, bien es cierto que las consecuencias de no poder afrontar el pago de la deuda pueden ser peores.
ASNEF
Si tu situación es diferente y no necesitas reunificar tus deudas pero sí un préstamo para un proyecto, viaje u otro menester (hablamos de pequeñas cuantías), puede que te suenen las sigas ASNEF. Se trata de un fichero de morosos con el que trabajan muchas empresas que consideran a las personas que aparecen en él de “alto riesgo de impago”, sin importar cuál es la cantidad o la cifra de la duda. Es por eso que cualquier persona puede en un momento dado aparecer en esta lista sin ser insolvente o mal pagador.
Sin embargo, pese a ser un poco más difícil, no es imposible conseguir préstamos con Asnef. Sobre todo si se trata de pequeños créditos. Las compañías que prestan este tipo de servicios suelen hacer un estudio de riesgo antes de conceder el dinero. De cualquier forma, es imprescindible conocer las condiciones en las que se conceden este tipo de créditos.
Si aún tienes dudas acerca de la contratación de préstamos o créditos hipotecarios o has tenido algún problema derivado de la legalidad de una de estas operaciones, te recomendamos que consultes el BOE donde “se regula la contratación con los consumidores de préstamos o créditos hipotecarios y de servicios de intermediación para la celebración de contratos de préstamo o crédito, y se fija el importe mínimo del seguro de responsabilidad o aval bancario para el ejercicio de estas actividades”.