En estos días oigo a estos insensatos que tenemos como políticos, hablando de cordura, sentido común y fraternidad, cuando al menos durante dos siglos ellos y los anteriores han sido los responsables de tanto odio y enfrentamientos entre nosotros.
Españoles fuimos carlistas e isabelinos que durante tres guerras civiles nos matamos entre nosotros, también españoles eran los que iniciaron las revueltas cantonales que con ensañamiento y odio se enfrentaron, hijos y padres provocamos más de un millón de muertos en una Guerra Civil absurda, seguida de 40 años de represión donde se torturo, encarcelo y fusilo.
Ante todo esto y como nos muestra nuestra reciente historia, ¿podemos hablar de solidaridad y fraternidad entre nosotros?, la respuesta es NO, la falta de respeto entre nosotros, no aceptar que somos un conjuntos de pueblos con distintas [Sumario]identidades, cultura e historia, nos hace que seamos tan cobarde y que nos escondemos detrás de una barra de bar, pantalla o de un trozo de de tela que llamamos bandera para seguir alimentando términos como la hispanofobia y catalanofobía o afirmando tópicos como los de la selección de fútbol o los aficionados a los toros son los buenos y los de la pela y el egoísmo los malos, “estereotipos falsos” que provocan “conductas” muy peligrosas que pueden terminar en delitos de odio.
Viendo lo visto, yo no puedo ser patriota cuando no soy capaz de respetar y con odio me obligan los gobernantes a enfrentarme con mis hermanos ya sean, vascos, catalanes, gallegos o andaluces, antes prefiero ser apátrida.
Fraternidad, concordia, sentido común frente al individualista, la desconfianza y la venganza que bien expresa Goya en su lienzo, españoles a garrotazos.