A octavos por la puerta de atrás, sin pena ni gloria pero con un halo de esperanza. Solo contra Portugal, quizá envalentonados por el debut, se pudo ver un juego más reconocible de una selección que desde los enfrentamientos preparatorios con Suiza y Túnez, ya se vio que no carburaba.
Estamos viendo al Iniesta más errático de su carrera, a un Silva desaparecido en combate, una portería hecha un flan y una defensa lenta y despistada, solo el malagueño Isco Alarcón parece poner sobre el césped los argumentos suficientes para creer en lograr algo grande a la altura de Sudáfrica 2010.
Los de Fernando Hierro han recibido ya más goles en Rusia sólo en la fase de grupos (5) que en todo el Mundial de Sudáfrica donde encajó 2 tantos, 1 por parte de Chile y otro de Suiza, ambos en la fase de grupos.
Pero no todo va a ser malo, las sensaciones no nos hacen ser muy optimistas ciertamente, pero hay motivos para la esperanza. En el Mundial de 2010 España acabó, al igual que en Rusia, primera de grupo empatada con el perseguidor, Chile en Sudáfrica, Portugal ahora en Rusia, en el Mundial donde salímos victoriosos el primer puesto se lo llevarían los de Vicente del Bosque por tener el average ganado a Chile tras victoria por 0-1.
Si nos ponemos modo optimista hay que pensar que otras favoritas como Alemania, Argentina o Brasil, lo están pasando realmente mal para clasificiarse a octavos, sin un juego brillante y tirando de individualidades para salvar la situación. Sólo Francia, Belgica, Inglaterra y Uruguay han dado muestras de cierta solidez, pero ahora llega la hora de la verdad y las tablas, experiencia y galones entran en juego.
España tiene el lado del cuadro más "fácil", va a evitar a Brasil, Alemania, Francia, Argentina o Inglaterra, aunque alguno de estos equipos todavía puede acabar en el otro lado del cuadro o incluso quedarse fuera de los octavos. Nunca ir por el lado en teoría menos terrible sobre el papel asegura nada, de hecho si algo está teniendo este Mundial es igualdad y muchas sorpresas.
La selección tiene en principio un difícil encuentro en Moscú ante la anfitriona, Rusia, no será sencillo apear de su Mundial a los rusos, para luego en cuartos medirte a una muy buena Croacia o una Dinamarca que sería sorpresa. En semis, Mexico o Belgica se perfilan como rivales. Pero el verdadero y peor rival de España no son ninguno de los mencionados, es la propia selección. Si los Iniesta, Isco, Alba, Busquets, Costa y cía encuentran su verdadero juego e identidad y la selección funciona como un verdadero equipo, llegar a la gran final no es para nada una químera, mimbres, tablas y experiencia no faltan.
Si tuviese que apostar en estos momentos diría que la Roja gana a Rusia y nos quedamos por el camino ante Croacia en los temidos cuartos. Una vez más, el corte de cuartos puede ser definitorio, siempre que España ha logrado pasar esa barrera, ha conquistado grandes metas. Además, para más inri, lograr llegar a semi finales supondría eliminar no solo a la anfitriona, también una Croacia superlativa en un estado de gracia que da miedo (salvo sorpresa danesa), por lo que llegar a semis salvando el obstáculo croata daría al equipo otra dimensión y a buen seguro una dosis de confianza y oxigenos que empezarían a oler a campeonato.
Pero la realidad en estos momentos es la de una selección sin chispa, con falta de conexión entre líneas, errática y sin esa mágia que otras veces nos hizo campeones. Italia ganó más de un torneo jugando mal, aburriendo hasta a las ovejas y tirando de tablas y veteranía, pero España no sabe jugar a eso…
Todo por decidir, llega la hora de la verdad y España, al primer rival que debe derrotar, es a la sombra de si mismo en la que se ha convertido.
