Crónica de una muerte anunciada, así podría anunciarse lo sucedido con Idental en toda la península e islas. El gigante con pies de barro entra en concurso de acreedores y deja a miles de pacientes colgados, con tratamientos por realizar y en muchos casos ya pagados.
Estafa o no, lo preocupante de Idental viene de su situación prevía al concurso de acreedores. Pese a la grave situación, los ABS o asesores comerciales tenían la orden y misión de seguir vendiendo tratamientos dentales en cada una de las clínicas de nuestra piel de paño.
Lo normal en una empresa que va a la quiebra o a concurso de acreedores, es no seguir ofreciendo un servicio, máxime cuando ese servicio va financiado o se tardará meses en realizarlo, sabiendo que no solo no lo realizarán, sino que dejarán a gente colgada con deudas pendientes y una situación a solucionar.
Es quizá esto lo más reprochable a la gerencia de Idental, que sabiendo la delicada situación de la empresa hayan querido seguir metiendo dinero en caja a costa de gente trabajadora, humilde, gente que en muchos casos, asumir la deuda con la clínica le supone un sobre esfuerzo enorme y que ahora, se queda sin solución y con una trampa mortal.
Las instituciones deben tomar cartas en el asunto, no es ni medio normal, ni permisible, que hayan jugado así con la salud de las personas.
Los trabajadores también se quejan de la falta de pago de una o varias nóminas, están evidentemente en su derecho, pero ¿en qué situación quedan los pacientes? son los verdareramente dañados en todo este asunto.
Ahora todos los medios parecen volcarse con la situación, pero desde hace meses, incluso años, los pacientes de Idental a nivel nacional piden justicia. En la red social de Facebook tienen incluso una plataforma desde la que luchan incansablemente por sus derechos, ojalá se termine haciendo justicia ante tanto horror. Con la salud no se juega y si lo hacen, se debe pagar caro.
