“Quiero dinero” es el nuevo concurso dentro de “Sálvame Tomate”, como una respuesta, o mejor dicho, para competir directamente con “Pasapalabra”. Éste último se ha llevado los números de audiencia desde que pasó a formar parte de la parrilla de A3, por lo que “Sálvame” ha visto menguar su rating.
Fue estrenado el pasado 20 de octubre y consiste en proponer retos a los concursantes que, mientras más complicados, mejor dicho, mientras más vergonzosos sean para el participante, mayor será la cantidad de dinero que pueden ganar. Quienes participan son los mismos colaboradores del programa. Una forma bastante simple de tener contenido para todas las semanas.
Chelo García – Cortez, la primera concursante.
La primera persona que se atrevió a concursar fue Chelo García – Cortez. La colaboradora hizo de todo: limpió un wáter, se quedó en paños menores, tuvo que revelar secretos de sus amigos, traicionándolos (también tienen una sección de polígrafo con una máquina llamada Kornelia, que es quien sentencia si lo que responden los participantes es verdad o mentira) e incluso llegó a confesar si habría deseado o no la muerte de su propio hermano. Solo cuando en el programa le pidieron que mostrase sus cuentas bancarias, para divulgar sus estados financieros, fue que decidió que no seguiría más.
Antonio David Flores, el segundo.
Tras la salida de Chelo, fue Antonio David Flores quien se prestó a participar. Hasta ahora, el ex guardia civil se ha quedado como Dios lo trajo al mundo frente a todos, ha hablado sobre su hija y, como no podía faltar, de su ex esposa, Rocío Jurado y Fidel Albiac; de Rafa Mora, con quien mantiene cierto grado de amistad, aunque llegó a insinuar que Mora le ha sido infiel a su novia, Macarena y tuvo el descaro de responder una pregunta donde se insinuaba que José Ortega Cano, viudo de quien fuera su suegra, Rocío Jurado, se le había insinuado en Nueva York. Todo sea por ratings y por dinero. La dignidad, no tiene valor. Lo importante es que la gente lo disfrute. Pan y circo, como en la antigua Roma.
Y es aquí donde la situación se podría tornar peliaguda para el programa. Antonio David pudo no responder a esa pregunta pero decidió hacerlo. El ex de Rociíto dijo que no, pero la máquina decidió que Antonio David mentía.
Controversia para hacer caja pero Ortega Cano ¿debería demandar?
Eso es de suma gravedad ya que la duda generó una controversia, solo para hacer caja. Claro, ser homosexual no tiene nada de malo. Tampoco lo hace menos hombre. Lo malo es que no hay respeto por la intimidad del personaje. Y la producción, para curarse en salud, le “pasa el testigo” de la culpa a Antonio David. A la hora de la verdad, quien tiene la culpa es el programa, que son los encargados de crear y formular las preguntas.
Como era de esperarse, esa presunción no cayó muy bien al diestro. Visiblemente molesto, el torero le dijo a los redactores del programa que le dijeran a Jorge Javier Vázquez que él era “un señor de pies a cabeza” y que no le había gustado para nada lo que habían hecho con su nombre: “que no se acuerden de mí”, dijo. Dejando entrever que estaría dispuesto a llegar a las últimas consecuencias si seguían esparciendo rumores con su nombre.
Se nota un doble rasero en el discurso de “Sálvame”.
Jorge Javier salió en defensa, simplemente, lavándose las manos: que él entendía que al diestro no le gustaran ese tipo de preguntas, “a mí tampoco”, agregó, y dejó caer la siguiente perla: “no sé si era una leyenda urbana o qué”. Y así es como “Sálvame” falta el respeto de la intimidad del torero: soltando un rumor y haciendo que la presunción de la homosexualidad de un personaje sea algo indigno y oscuro… para, en otros casos, jactarse que es un programa de “rojos y maricones”… se nota un doble rasero en el discurso.