Rocío Carrasco regresó como tertuliana al programa “Lazos de Sangre”. El programa, conducido por Boris Izaguirre, estuvo dedicado a la vida de Paco de Lucía. Sin embargo, los ojos de la audiencia estaban puestos en la hija de “la más grande”.
Es que el día miércoles (mismo día del programa), en la revista Lecturas, se anunció que Rociíto demandará al padre de sus hijos y ex guardia civil, Antonio David Flores, por 120 mil euros porque este la acusó de ser una “mala madre”. Si a eso, le sumamos las declaraciones que en la misma revista hizo Carmen Borrego, donde asegura que Carrasco nunca podrá perdonar a su hija, la demanda resulta bastante curiosa.
Sin embargo, la hija de "la más grande" se presentaba en el plató de lo más tranquila. La serenidad y la normalidad con que se desenvolvió fue bastante abrumadora. Como de costumbre, las redes sociales la criticaban por ser Rocío Carrasco, por su forma de vestir, por su forma de expresarse. Es que Rociíto tiene muchos más detractores que defensores.
Pero, al parecer, esa tranquilidad no lo es tanta. Al menos en apariencia. Lo que asombra es que tiene la entereza de salir de los malos ratos que le he tocado vivir desde que regresó a la televisión.
Rocío Carrasco no se puede librar de los malos ratos en el plató.
Fue durante el análisis de cómo Paco de Lucía vivió la paternidad donde se vio algo descolocada. Es que, para las grandes estrellas, se hace difícil compaginar su vida artística con su vida familiar. Algunos lo logran. Otros no y, a pesar de llenar las vidas de sus hijos de cosas materiales, el amor y la compañía, el consejo y el apoyo, tienden a ser los grandes ausentes.
La madre de Rocío Flores, asumimos que fue un momento de paranioa o de inseguridad repentino, expresó lo siguiente: “se habla de madre ausente y ya me miráis a mí”, comentario que nadie de los presentes esperaba. Inmediatamente quiso explicarse, dejando al resto de los tertulianos anonadados: “La ausencia de mi madre no la he sufrido… no la he vivido” y agregó que “aunque haya ausencia, cuando se es buen padre o madre no se siente esa ausencia”.
Tras el inesperado comentario, fue Carmen Ro quien regresó todo a su cauce: “mejor la ausencia de una buena madre que la presencia de una mala madre”. Y a partir de ese momento, Rociíto siguió haciendo su papel de colaboradora de manera relajada nuevamente.