Enrique Ponce ha decidido apostar fuerte por su historia de amor con la joven Ana Soria y, a pesar de que teóricamente llevan ocho años de relación, el torero tiene muy claro que es ella es la mujer de su vida. Por esa razón, la pareja ya están planeando su boda y se irán a vivir juntos en muy poco tiempo. Según varias informaciones, el torero y la estudiante de Derecho se darán el “sí, quiero” el año que viene y, tras la temporada de verano, se irán a vivir juntos. Sin duda un paso muy arriesgado pero que demuestra que la pareja va muy enserio.
Desde que decidieron no seguir escondiendo su relación, Enríque y Ana están disfrutando de su noviazgo al máximo. Sin duda, el torero está pasando un verano muy especial junto a su joven novia. Desde que se hizo pública la relación, los periodistas han sido testigos de sus primeros días de vacaciones como pareja, disfrutando de su amor en un yate, como el torero de más de cuarenta años comparte planes con los amigos veinteañeros de su novia y, ahora, cuando él tiene que volver a las plazas tras la cuarentena por el coronavirus, la joven no se separa de su lado.
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Un amor que parece a prueba de cualquier crítica o disgusto (solo hay que ver el rostro de preocupación de la propia Ana Soria cuando Enrique sufrió una cogida en su última corrida en El Puerto de Santa María. Quizás en aquel momento ya habían hablado de tomar decisiones. El hecho de que Enrique Ponce decidiera separarse de Paloma Cuevas, tras más de dos décadas de matrimonio, y estas semanas cargadas de intensidad al lado de Ana, han hecho que su noviazgo se afiance rápidamente y que el torero quiera dar pasos hacia delante.
A pesar de que la pareja lleva muy poco tiempo junta, ambos quieren contraer matrimonios y según fuentes cercanas a ambos tienes en mente casarse cuanto antes. “La Razón” publica una información cuya fuente sería una persona muy cercana del propio Enrique Ponce: la pareja tiene planeado casarse el próximo año en el mes de junio, fecha elegida por ambos. Les encantaría poder casarse por la iglesia, pero son conscientes de que tienen un gran obstáculo ante sí. Enrique se casó hace más de veinte años con Paloma Cuevas, en una ceremonia multitudinaria, por la iglesia, por lo que debería concederle la nulidad del matrimonio para que pudiera hacer realidad su deseo con Ana.
Pero, según ha confesado esta fuente, si no lo pueden hacer de manera eclesiástica, la pareja seguirá adelante con su objetivo y se casarán por lo civil. Además, sus planes no se quedarían ahí. La pareja tiene pensado vivir junta después del verano. El torero está construyendo una casa, con todo tipo de lujos, en la exclusiva urbanización madrileña de La Finca y, cuando esté lista a finales de verano, quiere que Ana se vaya a vivir allí con él. Sin duda, la pareja ha acelerado y no para de dar pasos hacia delante en su relación.