Rocío Carrasco vuelve a situarse en el ojo del huracán. Esta vez no es por su relación con Rocío Flores, sino porque ha perdido el único apoyo (mediático) que le quedaba en su familia materna. Rosario Mohedano (Chayo), que gritaba a los cuatro vientos su adhesión a su prima, recula en sus opiniones. Una estrategia que ha sido vista por muchos como una desvinculación de las polémicas del clan Jurado para promocionar sus trabajos discográficos.
Chayo bebía los vientos por Rocío Carrasco y Fidel Albiac
Aunque sus padres Rosa Benito y Amador Mohedano han cargado duramente contra Rocío Carrasco; no era el caso de Rosario. Siempre se habló de una rivalidad desde pequeñas, aunque eso se terminó superando con el fallecimiento de "La más grande". La intervención de María Teresa Campos también fue clave para mantener los lazos de sangre unidos. Incluso, con todo el problema de Rocío Flores, la sentencia y la paliza que expresaba el documento; Chayo intentaba calmar las aguas a pesar de las duras declaraciones de sus progenitores contra la hija de Rocío Jurado. Nada de eso ha vuelto a ser igual pues parece que se ha puesto del lado mayoritario de sus carnales.
Se rompe la neutralidad tras perder el contacto
Si algo ha caracterizado a "la Carrasco" esa ha sido su discrección. Nunca ha querido hablar de los dimes y diretes que rodeaban a su familia, y mucho menos de la relación con sus hijos tras un año donde han estado en el disparadero. La mujer de Fidel Albiac no ha llevado nada bien que hablararan de la enfermedad de su hijo, de la sentencia judicial condenatoria contra Rocío Flores o el lavado de imagen mediático de su ex Antonio David Flores. Misma rutina ha seguido su prima que, tras un enfrentamiento en los juzgados con Mediaset, declaró la guerra a Sálvame, Kiko Hernández, Belén Esteban y medio Telecinco. Sin embargo, todo ha cambiado en el transcurso de las últimas semanas y la ex de Antonio Tejado, habría preferido apoyar a su sobrina en Supervivientes.
La competencia de Telecinco interesada por este tema
Con Susana Griso, con la que trabajó hace años, Rosario Mohedano concedía una entrevista donde dejaba entrever que toda la familia está unida excepto su prima Rocío Carrasco. Un dardo sin venir a cuento que supone el cisma definitivo entre ambas. Con el idealismo que le caracteriza, hizo referencia a querer cambiar las cosas si todo estuviera en su mano. Sin embargo, hay que hacer notar una cosa: ni Rocío Flores ni Gloria Camila mantienen esa relación tan estrecha con parte de su familia que quieren hacer notar Ortega Cano o Rosa Benito, por ejemplo. No hay ninguna foto de ellas juntas en redes más allá de fotos con muchos miembros y familiares; ninguna de las jovenes ha promocionado absolutamente nada de Chayo en el terreno musical y hasta se han reído cuando algún colaborador ha hecho referencia a su manera de cantar y, de todas todas, el cariño no es correspondido de manera mútua (al menos mediáticamente). Ni siquiera el acercamiento con Antonio David ha propiciado sinergias en lo laboral y ya se avecina una nueva guerra, esta vez con dos perjudicadas: de nuevo Rocío Carrasco y una discreta Ana María Aldón.