La líder de esta semana en Supervivientes 2020, Ana María Aldón, le tocó una de las experiencias más fuertes al salir de la isla para todos los concursantes, y es el verse al espejo y encontrar un nuevo cuerpo bronceado y con unos tantos kilos menos.
Para la mujer de Ortega Cano, el encontrarse frente al espejo era aún mas fuerte debido a que por primera vez vería el corte radical de cabello que hace unas semanas le hicieron sus compañeros en el juego de recompensa, donde a cambio de su melena recibió tres cocidos.
Ana María frente al espejo con 10 kilos menos y cabello muy corto
Con nerviosismo y expresando no sentirse preparada, le tocó el turno a Ana María de verse al espejo con 10 kilogramos menos, pero lo que más le conmocionó fue su cabello que al instante tocó con sus manos y acto seguido rompió a llorar.
Emocionada, Ana María reconocía que digan lo que digan, ella estaba guapa y que se veía bien, aceptando así su nuevo corte de cabello "Estoy divina de la muerte". La única inquietud que expresó la diseñadora fue la impresión de su hijo y de su nieta al verla tan cambiada, la inquietud de si la van a reconocer: "Tengo que pasar un duelo, y empieza hoy cuando me he visto en el espejo".