Quienes han seguido entrega a entrega el reality Supervivientes 2020, han podido ver y llegar a conocer a muchos de los concursantes: famosos, unos; no tanto, otros. Incluso, varios de ellos eran totalmente desconocidos para los telespectadores.
Reunir a personalidades tan disímiles en una isla que, por mucha tramoya que sea, están en condiciones límites, puede enriquecer o destruir la convivencia. Mal que bien, los conflictos puede llegar a ocurrir y ¡vaya que se han visto!
Uno de los concursantes más enigmáticos por su comportamiento es Ana María Aldón. De hecho, mucha gente ha sido crítica con su actitud. Ella está emparentada con Rocío Flores y es, precisamente, la hija de Antonio David la que más ataques ha recibido de los concursantes. Hay que recordar también que Ana María, al inicio de su llegada a la isla, afirmó que defendería a Rocío. Esa promesa se convirtió en sal y agua y, a medida que transcurrían las entregas, Ana María evitaba cualquier conflicto y todos se preguntaban por qué. Tinta ha corrido desde entonces tratando de explicar los motivos.
No fue hasta el pasado domingo cuando, finalmente, Ana María confesó a Rocío, luego que esta le reclamara por qué no la defendió de los ataques de Elena, el motivo de su actitud: “yo no tengo capacidad. No sé ni por lo que os ponéis a discutir. Yo no puedo ni conmigo. Relájate un poco, Rocío. Vamos a la final”. Ana María, definitivamente, está evitando el conflicto: el conflicto, las peleas, las discusiones… son las cosas que más le incomodan. ¡Hasta cuando Hugo la atacó ella prefierió darle la razón y halagarlo para no pelear! Pero ¿es esto sano o será parte de su estrategia? Es lo que no se revela todavía.
De no ser parte de su estrategia ¿esa actitud es sana? Veamos que dicen los psicólogos. Según algunas bibliografías, Ana María entraría en la clasificación de Persona Altamente Sensible (PAS) las cuales tienden a desarrollar un rol pasivo lo que le permite situarse en un rol de observador y alejado de los posibles conflictos. Pero la huida no es la respuesta. Esa pasividad hace que la persona pueda sentirse mal ya que tiende a soportar cosas que no le gustan o el tener que aguantar situaciones que no van con ella.
Ese tipo de personas también tiene un alto sentido de la justicia, principios y valores, lo que los convierten en grandes defensores de las causas sociales pero que, por temor a enfrentarse a otros, tienden a albergar cierto desencanto por la vida y la sociedad en general ¡menudo problema!
Este tipo de personas también tiene la necesidad de querer caer bien a las personas por lo que su pasividad se convierte en el ancla de sus motivos pero que, al final del día, terminan creyendo que traicionan sus valores propios por lo que, tarde o temprano, terminan explotando por cosas menores simplemente porque tuvieron que aguantar mucho para agradar a los demás. Se paga el precio de la pasividad.
¿Podrá Ana María cambiar su rol a uno más activo? Debe convertirse en una persona que tome el control de su vida. Es lo recomendable si quiere ganar el concurso aunque, en sus propias palabras, solo espera acompañar a Rocío hasta la final.