Desde hace un tiempo la pareja conformada por Pablo Iglesias e Irene Montero (vicepresidente de España y Ministra de Igualdad a la sazón) viene siendo salpicada por una ola de informaciones que apuntan a un supuesto divorcio o separación. Sin embargo, mucha gente se pregunta si esto es un bulo o es verdad dada la cantidad de pruebas que se están dando. La versión de las causas cambia cada cierto tiempo, pero lo cierto es que nadie con nombres y apellidos expone pruebas al respecto.
Así es como surge el bulo del divorcio entre Pablo Iglesias e Irene Montero
La maquinaria que se utiliza en redes sociales con bots, simpatizantes activos y uso de datos ilegítimos es algo que hoy en día sigue sin una contudente legislación. A los propios miembros de Unidas Podemos se les ha acusado de estas argucias para ganar repercusión. Sin embargo, la serpiente de verano que habla sobre la relación entre Pablo Iglesias e Irene Montero no es sino fruto de las redes sociales. La historia empezó en Forocoches donde día sí, día también, la administración tiene que banear decenas de cuentas dedicadas a socavar la imagen de ambos políticos. Desde ese foro se han vertido bulos con videos manipulados y cambiando la versión del divorcio de la pareja. Todo eso ha rebotado a redes sociales como Facebook y Twitter donde encender a los usuarios con informaciones provocadoras provoca mucho rédito y se genera propaganda. Grupos de apoyo a VOX han sido los principales perpetradores de la falacia. La parada final son determinados medios de comunicación digitales pertenecientes a enemigos de Pablo Iglesias, cuyos dirigentes han sido duramente sancionados por aportar información falsa y generar alarma con fines políticos.
Las falsas causas de la ruptura de Pablo Iglesias e Irene Montero
Con una campaña tan fuerte, el boca a boca hace mucho por el odio que generan determinados políticos en la sociedad española. Si en su momento fue Venezuela o Irán el mensaje que vinculaba al "Coletas" (nombre despectivo utilizado por las mismas personas) con regímenes dictatoriales con información ambigua; la nueva consigna ha ido dirigida hacia uno de los temas que mueve España: el cotilleo. Irene Montero y su defensa del feminismo siempre han sido objeto de burla por parte de la España más rancia que aún cree que el machismo es gracioso; pero el inesperado auge de la igualdad en la sociedad no era suficiente para echar por tierra a la política. Los líos de faldas de Pablo Iglesias se hacían públicos (antes estaba con la política Tania Sánchez) haciendo agravio comparativo con la difusión de la vida pública de políticos de otros partidos. Y cuando se forma la pareja Iglesias-Montero la polémica estaba servida. Un embarazo de riesgo y una casa no eran suficientes para poner el foco en ellos, por lo que tocaba escandalizar a la sociedad con la ruptura del amor en tiempos de máximo poder. La primera vez que se habló de separación fue cuando Irene estaba embarazada y él, ambicioso por naturaleza, anteponía la política al cuidado de su esposa. Todo falso, y además desactivado por el apoyo del madrileño a su novia cuando falleció su suegro. La segunda vez ocurrió en tiempo de elecciones, donde tocaba argumentar que el bebé era mero objeto de explotación para sacar rédito político; algo con lo que el o ella (según la versión) se mostraba en desacuerdo con la pareja y originaba una crisis. Bien hilado, pero otra mentira. Por último, y la que más ha originado controversia en los últimos días es la que hace referencia a una tercera en discordia.
Lilith Verstrynge, la infidelidad de Pablo Iglesias a Irene Montero
¿Nos suena el apellido?. Sí, se trata de la hija de Jorge Verstrynge, el famoso político que viro su pensamiento de la derecha de Manuel Fraga hacia la izquierda más ladeada. Para colmo, amigo y compañero de Pablo Iglesias. Todo queda en casa. Ella lo tiene todo para ser la amante perfecta: reconocible por su apellido, juventud y belleza y "enchufada" como su asesora en la vicepresidencia del gobierno. Lilith Verstrynge se convierte en la "femme fatale" que se sitúa en el disparadero obviando por completo su capacidad profesional. La deslealtad perfecta que contrasta con la fígura más mediática de Irene Montero. El grupo político Podemos daba la voz de alarma sobre lo que era un bulo, pero lamentablemente tuvo más repercusión la mentira que el desmentido. Ahora, en tiempos de coronavirus y buscando nuevas formas de entretenimiento y con el gobierno de coalición de Pedro Sánchez en el ojo del huracán; la noticia ha recobrado su impacto al punto de ser recogida por importantes medios de comunicación que especulan con si será verdad o mentira. Nada mejor que la ambigüedad para dar por hecho lo imaginado. Los digitales dedicados a desmentir bulos no han querido dar bola a este tipo de informaciones que provienen de medios, grupos y simpatizantes de VOX que de cuando en cuando recuperan el "escándalo" para difamar a las personas y provocar a la ciudadanía, ávida de morbo para combatir el aburrimiento de la cuarentena.
