Para Bárbara Rey, el 2020 es un año para cumplir con sus propósitos. La actriz decidió pasar por el quirófano para verse más guapa. Hace pocos días le han puesto el balón gástrico, el Elipse Sangüesa, en una muy reconocida clínica de Madrid. Bajo las manos y la supervisión de José Manuel Gómez Villar, Bárbara ha dado el paso para sentirse más a gusto consigo misma.
Cuenta que se ha puesto el balón gástrico en Livet. ¿Por qué se lo puso? La actriz se confiesa: “me da mucha confianza y porque llevo una temporada bastante pasada de kilos. Quizá no tantos como para ponerme el balón, pero como yo soy de muy buen comer, se me hacía muy cuesta arriba hacer régimen”.
Sabemos que es una mujer coqueta, presumida y que gusta estar bien. Ella cuenta: “Creo que todas las mujeres somos presumidas, pero yo es que siempre he sido muy delgada y es porque siempre he controlado mi peso. En estos últimos años me he descuidado y cuando te das cuenta has cogido ocho o diez kilos”.
En referencia a que si tendrá cuidado al comer o comerá menos, explica: “Bueno, al tener el balón, el organismo es muy sabio y no admite tanta comida, entonces simplemente con eso y teniendo un poquito de cuidado se va perdiendo paulatinamente, no se pierde de golpe”. Ella misma acota que se verán los resultados de la operación entre tres y cuatro meses.
“No es una operación bikini”, añade, “Es operación más para el trabajo, para estar yo a gusto, para sentirme cómoda con mi ropa, con el estilo que me gusta llevar de ropa. Todo eso para mí es fundamental”.
Solo le ha comentado de la operación a su hija, a quien considera más echada adelante, como ella. Su hijo se enterará ahora: “si se lo digo a él me dice que estoy loca”. De hecho, él dice: “mi madre tiene una edad que ya no puede seguir haciendo disparates”. Divertidamente, la actriz añade: “Pero yo los hago”.