Menuda edición de Supervivientes se está marcando Telecinco. El fichaje de Rocío Flores junto a las polémicas de Fani Carbajo y Yiya han despertado el interés del público, que ansiaba una nueva edición tras el éxito de GH VIP y la sorpresa de La Isla de las Tentaciones. Ana María Aldón, mujer de Ortega Cano, se destapaba como uno de los grandes descubrimientos tras haber permanecido años en la sombra mediática. Su relación con la hija de Rocío Carrasco ha llamado la atención por su cercanía.
Rocío Flores y su buena relación con Ortega Cano
A pesar de que no son familia, Antonio David Flores ha comentado que su hija conoce a Ana María Aldón gracias a Gloria Camila. Ambas han tenido varias reuniones y comidas para preparar su estrategia de cara a convivir en Honduras. Además, para disgusto de Rocío Carrasco, el torero y el ex guardia civil llevan ahora una relación idílica.
Su concurso ha sido comparado con el de Rosa Benito, que ya ganó una edición de Supervivientes pero acabó con su matrimonio con Amador Mohedano. La diseñadora de moda ha sentido lo que es la libertad al pisar el reality y de momento, está probando ser lo que es ser una naúfraga. Rocío Flores, por su parte, está recibiendo el apoyo de la familia Mohedano.
A pesar de que echa mucho de menos a su niño Jose María, a su hija, a su nieto y a su marido; la que fuera frutera se ha destapado totalmente y no teme ser objeto de críticas de Terelu Campos, María Patiño o Belén Esteban; muy dadas a meterse en polémicas en este tipo de fórmatos. Sin embargo, un varapalo acecha en el horizonte y podría acabar con su participación caribeña y dejar en soledad a la hija de Antonio David Flores.
Rocío Flores sin su principal apoyo en Supervivientes
A pesar de que Ana María Aldón se encuentra como pez en el agua y que su unión con Rocío Flores esté en boca de todos, todo parece haberse aguado pues muy pronto tendrá que enfrentar un importante juicio que ya fue objeto de debate en Sálvame y del que Jorge Javier Vázquez y Paz Padilla dieron buena cuenta en su momento.
Según La Razón, un litigio con el que diseñó su vestido de novia y que ha sido su gran pesadilla en los últimos tiempos está a punto de celebrarse. Su anterior amigo le denunció por incumplimiento de contrato ya que le realizó dos trajes para su boda a cambio de ser mencionado en una revista del corazón, algo que no se llevó a buen puerto. Según Salinas, parece que Ana María habría reclamado la autoría de ambas piezas. La hija mayor de Anotnio David y Rocío Carrasco fue además una de las que participó en la exclusiva de la boda.
Con una falta de contrato pero con dos personas por la parte contraria que podrían avalar la versión del diseñador, el monto que se pide asciende a unos 10 euros a los que habría que añadir las costas judiciales. Con este panorama, su presencia en el juicio es más que justificada por lo que tendría que dejar a Rocío Flores en la isla a merced de la incontenible Yiya.