El mundo mineral y de las piedras es un ámbito donde cada pieza tiene un significado especial, así como propiedades y usos diversos. Una de las piedras con varias propiedades diferentes es la piedra turquesa, una piedra que tiene diferentes propiedades y varios usos para conocerla mejor. La piedra turquesa posee diferentes propiedades curativas y energéticas, aunque también tiene propiedades protectoras. Asimismo, aparecen diferentes variedades según los tonos y los colores que pueda adoptar. También, esta piedra la podemos encontrar en diferentes artículos de complementos, con el objetivo de que la piedra turquesa sea más protagonista y cumpla una función estética para la persona que la porta.
Un significado francés con siglos de antigüedad en sus propiedades
La piedra turquesa es una piedra que suele utilizarse mucho dentro del mundo mineral. Por ello, esta piedra tiene muchos siglos de historia y desde culturas como los egipcios o los incas, han utilizado esta piedra con diferentes funciones. La palabra que deriva a esta piedra (turquesa), procede del francés “Pierre turquoise” y que significa ‘piedra turca’. Hay que destacar que esta piedra ha sido comercializada en Europa gracias a los mercaderes turcos, que la exportó en diferentes lugares hasta quedarse con ese nombre.
A partir de ahí, muchas culturas han tenido presente esta piedra, dando un significado según el uso de la misma. Por ello, culturas como los egipcios, los incas o los aztecas han usado siempre esta piedra tanto por sus propiedades energéticas como curativas y protectoras. A diferencia de que existe en el mercado bastantes modelos según el color, lo cierto es que es una pieza que se utiliza en artículos de joyería a través de collares y anillos, dando siempre una función de amuleto protector a la persona que porta dicho artículo. De este modo, la tradición de cada una de las propiedades atribuidas a la pieza se mantiene hasta nuestros días, aunque ahora más cumpliendo una función estética para la persona que lo lleva.
Variantes en el mercado de una piedra muy utilizada
En la actualidad, la piedra turquesa se divide en colores como el verde o la también llamada piedra turquesa color azul. Este modelo es una variante de la piedra turquesa tradicional, y se la considera como una turquesa persa debido a que es la variedad más buscada por los expertos en joyería. Sobre todo, mantiene las mismas propiedades que una turquesa tradicional, aunque también se añade la función de que se usa como elemento limpiador cuando la persona tiene una energía negativa. Es por ello que tiene incidencia en diferentes estados de ánimo de la persona como es la empatía o la verdad.
En el momento en que esta piedra llega a nuestras manos, lo primero que debemos hacer es limpiarla a través de un vaso de agua con sal marina, albahaca o salvia. Una acción que se debe de reposar siempre un día completo ya que, una vez pasadas las 24 horas, se retira la pieza del vaso de agua y se lava para purificarla de cualquier defecto que pueda tener. La activación de esta pieza se realiza siempre poniendo la piedra en contacto con el cuerpo, con el objetivo de que nos dé buenas vibraciones y energía positiva para purificar nuestro chakra. Hay que destacar que comparte muchas propiedades con la piedra homóloga de la familia, la piedra turquesa verde.