Camilo Sesto fallecía a los 72 años en la madrugada del pasado domingo 8 de septiembe como consecuencia de los problemas renales que venía padeciendo desde hacía algún tiempo. Una noticia para nada esperada por el público, aunque puede que el cantante sí fuera consciente de que estaba viviendo sus últimos días.
Y así lo hacen ver las declaraciones vertidas este mismo miércoles por Beatriz Cortázar en la Crónica Rosa del programa radiofónico La Mañana de Federico, de Federico Jiménez Losantos. La periodista explicaba que el autor de temas tan recordados como Vivir es así es morir de amor estaba pendiente de un trasplante renal, porque “ya estaba en las mínimas” e iba a empezar con la diálisis. E iba más allá y desvelaba las que podrían haber sido las últimas palabras del artista valenciano: “Muy poca gente hablaba con él, pero yo tengo un amigo, que es estilista, que sí hablaba con él. Y él se whatsappeaba con Camilo y Camilo ya debía saber que estaba mal”, explicaba Cortázar antes de desvelar cuál había sido ese mensaje en cuestión, que decía así: “Di esto que te voy a decir: ‘mientras mi música no muera yo viviré en todos aquellos que me lleven en su corazón, al que pude entrar a través de mi música’”. “Es un mensaje de despedida”, apuntaba la cronista sobre este encargo que le hizo Camilo a su amigo al borde de la muerte.
El legado de Camilo
A quien también pilló por sorpresa la repentina muerte del cantante fue a su hijo, Camilo Blanes, más conocido como Camilin, que viajó un día después desde México, donde reside junto a su madre, Lourdes Orellana, para dar el último adiós a su progenitor. Sin embargo, Camilo Blanes no contaba con los medios económicos para pagarse el billete de avión a España y habría sido ayudado, con la intermediación de la periodista Lydia Lozano, por el representante de artistas José Muro, quien al parecer ha sufragado los gastos del viaje. Un favor que, según se ha venido especulando en diferentes medios, Camilín podría devolverle colaborando juntos para ofrecer una exclusiva.
Este martes, el único hijo de Camilo Sesto se presentaba en la mansión del cantante en la madrileña localidad de Torrelodones con la duda de si iba a poder entrar o no, ya que es de dominio público la mala relación que en los últimos años había mantenido con su padre y con Cristobal Huerto, hombre de confianza y administrador de Camilo.
A falta de conocer el testamento del artista, a Camilo Jr. podría pertenecerle por ley (como mínimo tiene derecho a dos tercios de la herencia) un vasto patromio formado por distintas propiedades, empresas, dinero en efectivo y royalties de los numerosos éxitos de más de cuatro décadas dedicadas por entero a la música.