Kiko vivió, este fin de semana, una de las peores noches de su vida. Fue detenido acusado de delito contra el orden público, ya que supuestamente mantuvo una actitud chulesca ante los agentes de policía, según la versión de los agentes. Sin embargo, Sofía Suescun aseguraba que todo había sido fruto de una "injusticia". Eran alrededor de las 12 de la noche cuando Kiko y Sofía fueron parados por la policía local de la localidad en un control de tráfico. Unas indicaciones a las que, al parecer, hicieron caso omiso. Fue entonces cuando la policía les interceptó y comenzaron los altercados que terminaron con Kiko pasando la noche en el calabozo.
Dado que las versiones de la policía y los jóvenes son distintas y ambos se han denunciado entre sí, esta misma mañana se ha celebrado un juicio rápido para aclarar los hechos. Kiko Jiménez ha acudido acompañado de Sofía a declarar en el juicio, y a su salida ha contado su versión de lo sucedido. "Hay muchas injusticias en la vida y esta ha sido, a mi parecer, una de ellas", confesaba el asesor del amor en 'MyHyV', "confío en la justicia, estoy un poco a disgusto con la situación, pero esperaremos a que se resuelva todo", zanjaba.
Sin embargo la resolución judicial no ha sido favorable para Kiko, aunque se había comentado que había sido declarado culpable por desacato a la autoridad, ha sido él mismo en 'Sálvame' quien ha anunciado que aún no hay sentencia. El ex de Gloria Camila está muy afectado y no quiere hacer un show de lo que ha ocurrido. "No es un tema para hablar en un programa del corazón. No todo vale en televisión", ha dicho con el gesto muy serio.
Kiko reivindica su derecho y el de Sofía de presunción de inocencia: "No se pueden hacer cosas que no son, cosas que dicen que quieren manchar nuestra imagen y eso nos duele. Es indignante". Ahora, como ha explicado, tiene que pasar un tiempo en el que se recopilarán pruebas, aunque ha añadido que no comprende muy bien cómo se desarrollan estos procesos. Lo que sí tiene claro es que "fue un mal trago". Y es que, Kiko se enfrenta a penas que van de los tres a los seis meses de prisión, a la retirada de puntos e incluso a una multa.