Las revistas del corazón y la prensa en general se hacían eco de dos noticias que trascendían a pesar de sus protagonistas. Antonio Banderas, nuestro más internacional actor, confesaba en los medios españoles que había sufrido un infarto el pasado 26 de enero. Lleva varios meses en tratamiento y reconoce que tuvo mucha suerte, al no dejarle secuelas. También ha supuesto para el actor malagueño un motivo de reflexión, de replantearse el ritmo frenético que llevaba en estos últimos 35 años, pensando en pasar más tiempo de descanso en su tierra, Málaga.
Precisamente, a finales de marzo, recibía dentro del Festival de Cine de Málaga el ‘premio a toda una vida’. Antonio Banderas, siempre cortés con la prensa, aseguró que se encontraba ya muy bien y con fuerzas para volver a trabajar, a otro ritmo, pero con las mismas ganas. Fue, también, tras unas jornadas de mucho trabajo con las promociones de películas y series de televisión, que saltaba otra noticia alarmante sobre la salud de otro “galán” del cine español. José Coronado era ingresado en el hospital de La Princesa por un infarto el pasado 16 de abril.
Los partes médicos de ambos actores españoles remiten a problemas coronarios motivados por el excesivo estrés al que someten a sus corazones. En el caso de Antonio Banderas existía el precedente de sufrir arritmias frecuentes y en el de José Coronado el hábito de gran fumador. Para ambos el mejor tratamiento es pasar a una etapa de trabajo más moderado y tomarse la vida con más clama; algo complicado para dos grandes actores, siendo Coronado uno de los más solicitados en la producciones de cine y televisión de los últimos años.
[Sumario]
Los dos actores han intentado restar gravedad a sus infartos en las redes sociales y en las entrevistas a los medios. José Coronado ha utilizado Twitter para no preocupar a su madre y ha escrito varios tuits en los que da las gracias al hospital y al SUMMA. Aún así, un infarto no es un resfriado y los dos guapos intérpretes deberán tomarse la vida con más filosofía y no forzar sus “grandes corazones”.