Chelo García Cortés ha hecho realidad el que dice era su sueño, en realidad la manera más rápida aunque no exenta de dureza, de intentar ponerse mínimamente al día con Hacienda, ya que su deuda es de tal calibre que según ella misma confesó, no le queda suficiente vida para poder pagarla y desde luego el reality es un buen empujón, o debería serlo.
Chelo en pie de guerra
El caso es que Chelo se quejaba amargamente por sentirse discriminada al no tener noticias de Marta: ‘Ya estoy harta de ir de buena, de educada, siempre correcta. ¡Estoy hasta los cataplines! Quiero que venga mi familia a verme, quiero igualdad’.
Es curioso, que mientras ha estado junto a Isabel Pantoja a la que servía de una forma que daba vergüenza ajena, nunca reclamase sus derechos y lo haga ahora que ya no la tiene delante y no puede incomodarla.
Su amistad con la tonadillera a la que incomodaba y mucho más de lo que mostraba en plató, era precisamente a su pareja Marta Roca, con la que tal vez había hecho un pacto, de mantenerse en su sitio y no arrastrarse para volver a obtener el favor de la tonadillera, pacto que de haberlo tenido no se habría cumplido.
Como premio de consolación Belén Esteban hablaba con ella telefónicamente en la pasada gala: ‘Puedo aguantar aquí lo que me echen, pero me jode un huevo que Marta no venga a verme. Agradezco la llamada de Belén Esteban, pero quiero que venga Marta, la necesito. ¿Qué tengo que hacer para que me traten igual? ¡Traedme a Marta!'.
Este domingo, Jordi González le comunicaba a Chelo que: ‘El programa ha ofrecido a Marta viajar a Honduras y ella considera que, aunque las condiciones hayan mejorado no son las necesarias o suficientes acorde a sus necesidades’.
La cara de Chelo era de vergüenza y desolación. Vergüenza por haber metido la pata hasta el fondo al culpar al programa de no tener visita y desolación al no acabar de entender cuáles eran esa ‘condiciones’ que hacen que su pareja no pueda desplazarse a Honduras.
Jordi le pedía los nombres de dos o tres personas para que una fuese de visita y Chelo respondía con un lacónico: ‘Con saber que ella está bien… no necesito más’. Demostrando su frustración y la rabia contenida que la embargaba.
Lo que hay de verdad en la negativa de Marta Roca
Marta pareja de Chelo contaba, que al enterarse de las deudas (por lo visto ella ha vivido treinta años en la inopia, pero a todo tren, eso sí) que había cogido una gran depresión y que incluso durante mucho tiempo no podía ni salir de casa, padeciendo una especie de agorafobia, lo cual y a tenor de lo que cuentan en ‘Sálvame’ no es cierto, ya que Chelo iba a buscarla muchas veces a Castelldefels, donde ambas residen, para llevarla a Madrid, porque eso sí, a Marta no le gusta viajar sola.
El caso es que ese es uno de los motivos. Ella pretendía ir a Honduras en business con una amiga a la que debían de pagar billete y estancia. Estas son algunas de las ‘condiciones especiales’ a las que aludía Jordi, pero no la única ya que parece que Marta también pretendía una remuneración económica, lo que desde luego la productora no estaba dispuesta a permitir, ya que a los familiares no se les paga.