Las mejores videntes de Sevilla han heredado sus poderes y habilidades de Andalucía, una tierra plagada de magia, hechicería y brujería. El conjunto de dotes que estas tarotistas de calidad poseen, han sido desarrollados con el paso del tiempo y desde que tomaron consciencia de su videncia. Esta especie de gracia, es el legado de las primeras personas catalogadas como brujas o hechiceras que marcaron la historia de esta tierra española.
Las personas con percepciones extrasensoriales siempre han existido, y la diferencia determinada por sus poderes, fue en parte el origen de un período de la historia que acabó con la vida de supuestas brujas y causó temor en toda Europa, nos referimos a la cacería de brujas de la Santa Inquisición.
Debido a su naturaleza mágica o mística, Sevilla era una de las regiones más acosada por la iglesia, pues se consideraba la cuna de una gran cantidad de brujos y hechiceros.
Cristina Romero y las mejores videntes de Sevilla
Al saberse herederas de una gracia especial, las mejores videntes de Sevilla han dedicado gran parte de su vida a cultivar y fortalecer dicha gracia. Esto con el único fin de poder ayudar a las personas de la mejor manera.
Utilizar la videncia para brindar ayuda y orientación a otros, implica una gran responsabilidad que debe ser asumida apropiada y profesionalmente, y eso es lo que han hecho las videntes de Cristina Romero durante más de veinte años.
La videncia es un poder o habilidad innata que se desarrolla con la práctica a lo largo de los años. Las videntes naturales tienen la ventaja de adquirir nuevos conocimientos con la videncia como base o fortaleza, y eso les permite consolidar su experticia de manera rápida. Esto es en parte lo que las capacita para proporcionar auxilio y soporte de una forma integral, y orientar a las personas con base a lo que perciben por medio de sus visiones.
La última hoguera de la Santa Inquisición tuvo lugar en Sevilla
Una multitud conformada por locales y personas de otras regiones, estaba congregada frente a las puertas del Castillo de San Jorge desde tempranas horas de la mañana. Estas personas esperaban ver la que sería la última hoguera de la Santa Inquisición.
Al abrirse las puertas del castillo, se vió la procesión conformada por miembros de la iglesia, quienes escoltaban a la acusada. La acusada venía ataviada con un sambenito blanco, era una anciana de piel oscura y ciega, que no dejaba de arrojar insultos a todas las personas que la rodeaban. Daba la impresión de que no le importaba su destino.
La bruja condenada a la hoguera era María Dolores López, conocida como la beata ciega. Las historias sobre su comportamiento libertino y escandaloso, fueron la base de su acusación y enjuiciamiento. Fue apresada el 16 de julio de 1779, cuando vendía huevos en el pueblo. La supuesta bruja estuvo prisionera dos años en las mazmorras del Castillo de San Jorge, y nunca se arrepintió de sus faltas ni pidió perdón. El 24 de agosto de 1781, la sentencia de muerte de María Dolores sería ejecutada.
Al llegar a las puertas del convento de San Pablo, donde todo estaba dispuesto para la hoguera, fue cuando la hechicera sucumbió y comenzó a llorar implorando piedad. Este hecho asombró a los presentes quienes pensaban que la bruja no cedería nunca. Pasadas tres horas de confesión, el final de la vida de una de las brujas más recordadas de toda España, había llegado.
La muerte de la beata quedó impresa en la historia de Sevilla y de toda España, ya que fue la última hoguera ejecutada por la Santa Inquisición.
Brujas y hechiceras en Andalucía
Andalucía era una de las comunidades más acosada por la Santa Inquisición, ya que se consideraba casa de innumerables aquelarres de brujas.
A las acusadas de brujerías se les imputaban cargos de conspiración contra la iglesia, de pertenecer a cultos demoníacos y de hacer pactos con el diablo. Usualmente nada de esto era cierto, pero eran muchas las personas que aseguraban que algunas mujeres poseían el poder de curar, provocar enfermedades, arruinar o crear amor, y dañar cultivos o ganado. Estas creencias eran más que suficiente para que la Santa Inquisición actuara.
Por otro lado, es cierto que en todo el territorio andaluz existían personas, mayormente mujeres, que poseían poderes especiales y que eran consultadas por la población en temas de amor, dinero y fortuna. Estas personas hacían uso de los naipes o de especias, y eran capaces de hallar hombres y tesoros perdidos.
En Andalucía dos eran las hechiceras más afamadas, María López y Catalina Díaz. María López tenía el poder de atraer a personas lejanas, resolver situaciones de amor, y también echaba las cartas y las habas. Catalina Díaz por su parte, contaba con un repertorio y con una clientela más abundante; y utilizaba frecuentemente la oración de Santa María:
“Bienaventurada Santa Marta, digna sois y santa, de la Virgen María querido y amada de mi señor Jesucristo, por el palancar entrasteis con la sierpe brava os encontrasteis, con el hisopo del agua bendita la rociasteis, con la vuestra preciosa cinta la atasteis y con ella entrasteis por la puerta de la ciudad mansa y humilde diciendo Patanes, veis aquí la serpiente brava y mansa y humilde y atada y ligada: así os ruego santa bienaventurada Marta que me traigáis a fulano manso y humilde y atado para que me quiere y por mí muere y por mí ande, que no estar ni reposar hasta que me venga a buscar”.
Consulta a las mejores tarotistas de Sevilla
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Las mejores videntes facilitan información de gran utilidad al consultante, ese es el objetivo primordial de las profesionales de la videncia. Brindar orientación a la persona con base a lo que sus visiones les han mostrado, es lo que las convierte en las mejores videntes de Sevilla.
Puedes contactar con Cristina Romero y su equipo de videntes a través de su sitio web (www.tarotvidenciacristina.com) o llamando a los número de teléfono gratuitos: +34 96 062 77 78 (España y Europa) ó +1-877-707-0462. (Estados Unidos, Canadá o Puerto Rico). Compra minutos de consulta a través de pasarelas de pago seguras online mediante tarjeta de crédito (Tarot VISA) y por PayPal.
