Anna Ferrer y Paz Padilla mantienen una relación de lo más cercana. La hija de la televisiva así lo refleja continuamente en sus redes sociales donde, además de un «hobby», reside parte de su trabajo. Y es que, a pesar de estar cursando sus estudios de Economía en la Universidad Carlos III de Madrid, la «influencer» tiene una vida de lo más ajetreada.
El pasado 14 de abril, sin ir más lejos, emprendió un negocio de la mano de su progenitora: el lanzamiento de una marca de ropa y complementos. Un proyecto que, a pesar de estar cargado de ilusión, no parece estar cumpliendo las expectativas de los consumidores y está recibiendo gran cantidad de críticas. La firma tiene su única tienda física en la localidad gaditana de Zahara de los Atunes, un local que se llenó gracias a los curiosos fans que acudieron a la inauguración. Sin embrago, un mes después los comentarios negativos llaman mucho la atención.
En primer lugar, los usuarios se quejan en el perfil oficial de la tienda de la imposibilidad de comprar las prendas al no vivir en el municipio gaditano. Estos sólo tienen acceso a lo promocionado a través de la cuenta de Instagram, y cuando quieren comprar algo tienen que dirigirse a un número de Whatsapp que, dicen, no siempre responde.
Los precios son, sin duda, lo más criticado de la marca. Los usuarios de redes sociales insisten en que la calidad de los productos no se corresponde con los valores económicos establecidos. Una cazadora vaquera por 79 euros o un vestido por 130 son algunos ejemplos.
Por último, hay usuarios que se sienten decepcionados con el tallaje, pues muchas de las prendas son talla única: «Qué mala pata tenemos las que somos 'curvys'. Nunca abrís tiendas con nuestro tallaje, XXL», dice un usuario. También les acusan de borrar casi todos los comentarios negativos.