Saritísima. Así se solía nombrar en las páginas rosas a la primera gran actriz española que cruzó el charco para triunfar y abanderarse como embajadora de nuestro arte. Sara Montiel fallecía tal día como hoy, el 8 de abril de 2015, dejando para el recuerdo numerosas anécdotas y muchísimas películas en las que despuntaba su gracia particular.
Y no es broma que en Hollywood la llegasen a conocer como La Bomba Latina. Porque aquella muchacha de un pueblo castellano un día se hizo las maletas y se marchó rumbo al mundo del celuloide. "Sarita Montiel" solía poner en los créditos de aquellas primeras cintas que logró rodar, y todo a pesar de que no sabía ni una sola palabra de inglés. Y es que, la artista, no veía barreras: en una entrevista en televisión llegó a confesar que se aprendía los papeles fonéticamente, y que en realidad no sabía ni lo que estaba diciendo, solo repetía los sonidos con acertada gracia cuando le tocaba en escena.
Sara Montiel, que nació un diez de marzo de 1928, llegó al estrellato en el que se culminó como el rostro más bello del cine español a partir de su debut como actriz secundaria en la cinta 'Te quiero para mí'. Pero su sitio era como protagonista: en 1944 grabó 'Empezó en boda' junto a Fernán Gómez, con quien también hizo el mismo año 'Se le fue el novio'. Pero, a pesar del éxito que logró también con 'Locura de amor' en 1948 le sabía a poco.
¡Y se fue a hacer las Américas! En apenas cuatro años en México y Cuba rodó catorce películas. Precisamente fue 'Piel canela', rodada en 1953, la que le abriría las puertas de Hollywood para brillar junto a estrellas del momento como Gary Cooper o Burt Landaster en el exitoso largometraje 'Veracruz', de Robert Aldrich, en el que representaba el papel de una apasionada pero inocente mexicana.
Justo después le seguirían otros grandes triunfos de la mano de Samuel Fuller y Anthony Mann. Pero fue de vuelta a España cuando la Montiel logró afianzar su estatus de estrella internacional con las películas 'La violetera' y 'El último cuplé', una película para la que bajó mucho el caché que cobraba ya en esos momentos porque la grabó más por amistad y gratitud con el director que por motivos económicos. Pero con la primera de éstas no ocurría igual, que fue estrenada en distintos países de Europa y Latinoamérica, convirtiéndola en la actriz mejor pagada del momento.
LOS MOMENTOS QUE RECORDARÁS DE SARA MONTIEL
Eso sí, ante este laureada carrera es inevitable que Sara Montiel durante toda su vida no estuviera bajo la atenta mirada de los focos. Hasta el día de su último adiós, que fue contestado de manera unánime. Tanto artistas como personas de a pie le quisieron dar su último adiós en un cortejo fúnebre desde el cementerio de San Isidro pasando por la Gran Vía hasta la madrileña plaza de Callao, donde se proyectaron algunas de sus mejores escenas en, lo que es a día de hoy, los clásicos del cine.
Los que nacimos en las últimas décadas del siglo pasado quizá la recordaremos por otros momentos que Saritísima nos regaló en la televisión. Desde aquel "qué pasa, qué invento es éste" que pronunció ante los paparazzi que aquellos momentos la seguían de un lado a otro motivo de su relación con un joven cubano. Y aunque fueron dos las relaciones que mantuvo con sendos cubanos, al final terminó en boda con el segundo.
Fue a partir de entonces cuando saltó a los platós de televisión de manera más o menos intermitente. Por ejemplo, mantuvo también un supuesto tenso encuentro con Marujita Díaz, otra de artistas que también solía aparecer en programas del corazón. Aunque las dos, en otras ocasiones, habrían confesado llevarse la mar de bien. ¿Recordáis el famoso "yo no como, yo no bebo" de Sara Montiel?
Una gran estrella. Sara Montiel, que incluso llegó a trabajar con Marlon Brandon, es un monumento de España. Una España, que en su día, era gris y condicionada por la dictadura. Aunque supo situarse como la cara más sensual del cine gracias a sus papeles en los que capoteaba al espectador con su gracia particular. Por cierto, ¿quién recuerda el anuncio que grabó para MTV en el que pronunciaba su famosísimo "marvelous"? O, tal vez, el temazo 'Absolutamente' que bailábamos, bailamos y bailaremos, y que la artista grabó junto a Fangoria años antes de su último adiós.