La muerte de la periodista ha pillado a todos sus amigos y compañeros por sorpresa, que no han querido perder la oportunidad de darle el último adiós.
Tras la repentina muerte de la periodista a los 82 años de edad muchos son los que han querido mostrar sus condolencias y mientras algunos lo han mostrado a través de Instagram o redes sociales, muchos otros se han trasladado hasta el tanatorio de Tres Cantos, como ha sido el caso de María Teresa Campos, acompañada de Terelu y Edmundo, Inés Ballester o Alba Carrillo y Loles León.
Su cuerpo descansaba en la misma sala en la que lo hizo el de Bimba Bosé. La número 17, la más grande del tanatorio La Paz de Madrid. Ni siquiera era suficiente para acoger a la gran cantidad de amigos y conocidos de Paloma Gómez Borrero que quisieron darle el último adiós. Todos ellos tenían una cosa en común: la misma incredulidad y tristeza de quienes han recibido una noticia trágica de golpe, sin esperarlo. La sorpresa era que tras una muy breve, pero grave, enfermedad se llevara a la periodista Paloma Gómez Borrero.
Todos han tenido palabras de cariño y amor tras la repentina perdida y han mostrado su respeto a la que fue la primera mujer española en ser corresponsal en el extranjero.
Quince días ha sido el tiempo que ha tenido Paloma para despedirse. La avisaron que tenían un mal en el hígado y tras dos semanas en las cuales Gómez Borrero se sometió a varias pruebas médicas y una intervención quirúrgica, su cuerpo dijo adiós.
Todo comenzaba una mañana normal y corriente en los estudios de televisión de 13 TV. Allí Anabel, la maquilladora, la vio más amarilla de lo normal y le recomendó visitar a un médico. “Te tienes que mirar el hígado”, le dijo, y así lo hizo.
Después de someterse a diversos análisis clínicos, los médicos se dispusieron a operarla de urgencia “de algo relacionado con su hígado y con unos cálculos biliares”. Tras permanecer unos días en la UCI, fue trasladada a planta. “El lunes pasado ella pensaba que le darían el alta, luego era el martes… el caso es que se le complicó con una infección y tuvo que tomar antibióticos. Pero su actitud en todo momento era la de salir del hospital y volver a trabajar”, asegura Herrero.
Paloma contaba que tenía “Una infección por la que me están inflando a medicamentos. Hasta que no la supere, no saldré”.