Fue precisamente en esos primeros días caóticos, cuando la casa de Guadalix era una pocilga, cuando los que seguimos el 24 horas pudimos ver su verdadero carácter.
Verdeliss tiene mucho genio y dio unas cuantas contestaciones fuera de lugar y de tono a los compañeros que se preocupaban por su embarazo, queriendo hacerle la vida más fácil. Incluso su voz sonaba más estridente, pelín histérica.
Ella limpiaba y limpiaba poniendo, eso sí, cara de estar permanentemente oliendo a “m” cuando se cruzaba con el resto y demostrando una individualidad a prueba de todo.
Probablemente a ella le vendieron otro tipo de moto (se comenta que tiene negocios con un directivo de la cadena) que ya sabemos cómo se las gasta la productora, pero su enfado aunque solapado, era manifiesto.
Llegó Miriam Saavedra, llegó la primera nominación y comenzó su estrategia. Ella no pensaba relacionarse con los “televisivos”, pero si comenzó un acercamiento hacia Koala y hacia Miriam, su voz se hizo más aniñada y con menos decibelios y con ellos creó un triunvirato que se romperá esta semana de una forma u otra.
¿Es Verdeliss la más ‘guay del Paraguay’?
La navarra se reprime (mucho) y ante los discursos absurdos del Koala y las provocaciones e insultos de Miriam al resto, ella observa en plan pétreo, sin expresar la más mínima emoción (qué gran actriz pierde el teatro)
También opta por cerrar los ojos y parece aislarse, sin intervenir nunca ni a favor de unos o de otros, quedado así siempre limpia de polvo y paja, aunque ese sea uno de los motivos para nominarla. Es curioso que ella se queje de falta de compañerismo y de que le da mucha pena, cuando es la primera que no hace nada por fomentarlo.
Con su papel bien interpretado, ha logrado que Miriam diga lo más grande de Carlos Lozano y de los que tienen la desgracia de convivir con ella 24 horas, que el Koala (el bienqueda de la edición) se suelte y critique por la espalda a sus compañeros a los que luego baila el agua. Ella siempre en plan vídeo de Youtube y soltando alguna lagrimita, según convenga.
Verdeliss no los orienta, no recompone la situación tratando de lograr acercamientos, eso no le interesa en absoluto. Ella suelta dos o tres frases de manual de autoayuda, baja la cabeza compungida, abraza cuando es imprescindible y vuelve a sumergirse en su mundo, ese tan edulcorado que muestra en sus vídeos familiares. Todos tan felices y tan perfectos.
Se muestra en todo su esplendor en los directos, cuando está segura de que tiene todos los focos hacia su persona, que diría Pantoja. Es entonces cuando ha defendido a Miriam, sabiéndola apoyada por la audiencia, diciendo que sus compañeros tienen comportamientos injustos contra ella. De las provocaciones llenas de insultos de esta señorita, ni “mu”. Maquiavelo no lo habría hecho mejor.
Un desmarque interesado
La youtuber no da puntada sin hilo y esta semana en que está nominada junto con el Koala y sobre todo con Miriam, ha empezado a desmarcarse de la ex superviviente.
Fue este pasado viernes durante la fiesta cuando se pudo ver a Miriam sentándose junto a ella y a Verdeliss sin hacerle caso y poniéndose a bailar con lo que ellos llaman “el sexteto”. La diosa aceptó contemporizar con los “enemigos” que siempre la nominan, dejando de lado a la peruana.
Es su nueva estrategia. Ha visto que la languidez, la meditación, el inhibirse semanalmente de todos los conflictos y aislarse con su triunvirato, puede hacer que sea la próxima expulsada de Guadalix y está dispuesta a tratar de impedirlo como sea.