Toñi Moreno es inasequible al desaliento, por eso tras las vacaciones, se ha venido arriba. Las críticas le resbalan, ella se confiesa torpe y de equivocación fácil y lo lleva con alegría.
Ya la lió en el primer programa de su regreso, entrevistando a una Natasha Kampush que arrastra unas secuelas tras su secuestro hace 20 años, por lo que parece, irreversibles.
La joven que presenta un cuadro obesidad seguramente ligado a la ansiedad, hablaba muy bajito, de forma monocorde y algo lenta y le dejó bien claro a la presentadora que no le gusta ser abrazada por desconocidos y que además en su país son más de dar la mano.
¿Y cómo reaccionó nuestra inefable Toñi Moreno? Pues abrazándola como si no hubiese un mañana, porque ella es así y lo que dijese Natasha le resbalaba.
Las redes no tardaron en afearle su actitud que supuso un desprecio a los deseos de la invitada. El resultado fue pasar de un 11,6% el sábado a un 10,2% de share el domingo, un día después de su ‘gesto’.
En Mediaset se han encendido las alarmas. Toñi está haciendo incluso menos audiencia que aquella a la que despidieron: Teresa Campos.
Toñi, hija, te ha dicho educadamente que no le gustan los abrazos de gente extraña y aún así se lo has dado, te parece normal???? Qué mal lo haces chica. Respeto. #vivalavida122
— M. Carmen (@mamasexy123) 1 de setembre de 2018
Bueno, pero como estas en España yo te abrazo por cojones, aunque tu no quieras #VivaLaVida122
— rosa262 (@rossetta262) 1 de setembre de 2018
Pero ella tiene respuesta para todo: "Yo creo que equivocarnos, nos equivocamos todos, soy súper despistada y en cinco horas es normal que me equivoque. Yo soy la típica que se ríe de sí misma, que mete siempre la pata, pero me lo paso bien”. Y punto.
Objetivo: Gran Hermano
Así las cosas y como esta lozana andaluza no es tan simple como nos quiere hacer creer, ha aprovechado la entrevista que le ha hecho Formula TV para postularse como la próxima presentadora de Gran Hermano, cuando Mediaset decida sacarlo del dique seco en que tuvo que meterlo gracias a la falta de audiencia de la última edición, propiciada por una conducción poco brillante (por decirlo de una forma elegante) de su presentador, Jorge Javier Vázquez.
En la entrevista se le hace un poco la pelota y a Toñi se la ve encantada de haberse conocido. Dice que han encontrado la fórmula de las tardes aunque siempre pueden mejorar. Pues a ello, porque con un 10,2% de audiencia no se pueden echar cohetes al aire.
Lo más tronchante es cuando afirma: “Vamos a apostar más por la música en directo y por la actualidad social” Y resulta que ese mismo sábado, su programa cortó la actuación de Agoney de OT casi un minuto antes del final de su canción, lo que de nuevo incendió las redes y que junto a lo de Natasha, probablemente dio como consecuencia la bajada de audiencia del domingo.
Y Por fin le preguntan si se atrevería a presentar la próxima edición de Gran Hermano: “Si me lo pide Mediaset estaré ahí. ¡Claro que me atrevería!” Toñi va a por todas ¡Qué tiemble Jorge Javier Vázquez!