Cada vez está más claro que Jorge Javier Vázquez, no sabemos si en su fuero interno o a voz en grito, de pequeño debía de cantar aquello de: “Mamá, quiero ser artista”.
El presentador ‘estrella’ de Telecinco es ya todo un personaje del mundo del papel cuché y parece feliz con ser protagonista tanto dentro como fuera del mundo del espectáculo.
Su obra “Grandes éxitos” que representa a lo largo de la geografía hispana y en la que es arropado por unos artistas, esos sí, de buen nivel y aplaudido por el público seguidor de Sálvame, lo ha llevado al éxtasis haciendo que se atreva con todo a nivel vocal.
No importa que los que saben de esto sigan diciendo que cantar no es lo suyo, él no ceja en su empeño y hasta hace como que improvisa atreviéndose a versionar a grandes cantautores, en este caso catalanes, durante su paso por Barcelona.
Ada Colau su nueva ‘mejor amiga’
Atrás quedan sus veleidades pantojiles, cuando Jorge bebía los vientos por Isabel Pantoja y la llamaba “mi amiga Maribel”. Nunca se han podido ver, pero como el espectáculo hace extraños compañeros de cama no les quedó más remedio que amigarse en aras del show business. Más tarde vino el desencuentro, la humillación pública por parte de ella y el castigo verbal que Jorge le infligió a la que pasó a ser su irreconciliable enemiga.
La nueva ‘mejor amiga’ de Jorge Javier es ahora la alcaldesa Ada Colau, que no ha dudado en ir a rendirle pleitesía al teatro Tívoli de Barcelona y claro está Jorge ha caído rendido a sus pies: "Cuando Ada Colau me invitó a almorzar tenía muy claro que quedaría con ella. Es una de las pocas políticas que me llama la atención".
Tras la comida, no solo le llama la atención, el de Badalona se ha convertido en un ferviente fan dispuesto a votarla en las próximas municipales. En ella ve el paradigma de la política moderna y comprometida con determinados colectivos.
Jorge Javier, que como todos sabemos no lleva bien las críticas, se declara en contra de la intolerancia que demuestran quienes critican su nueva filiación y amenazan con dejar de seguirle. Él ahora está en la cresta de la ola y unos cientos de seguidores más o menos no le preocupan. Esperemos que no cambien las tornas.