La antigua azafata del “Un, dos, tres”, ha sido la sufridora en silencio desde que Kiko Matamoros desapareciese de su vida a los quince días de haber dado a luz a la menor de sus hijas, para iniciar su vida en común con Makoke.
Mucho se ha escrito sobre el papel que ha jugado el colaborador de Sálvame en la vida de sus cuatro hijos. La propia Laura Matamoros, ahora a partir un piñón no solo con él sino al parecer con el resto de la familia de su padre, echó más leña al fuego diciendo pestes de todos ellos, mientras estaba en Guadalix participando en GH VIP 4, reality que ganó de forma muy controvertida y poco clara.
Laura y Diego son los dos hijos más mediáticos de Kiko Matamoros y ambos han relatado episodios tremendos vividos junto a su padre y a su nueva familia de la que ambos abominaban, pero a la que ahora se ha acercado Laura, no sabemos si por el exceso de emotividad que supone haber sido madre hace pocos meses, con las hormonas todavía desatadas.
Sea como sea, lo cierto es que la boda de su hermano Diego ha servido para marcar un antes y un después en sus relaciones. Diego está dolido y al parecer tiene razones de peso para ello.
Acusa a su hermana de saber y no decirle, que el padre de ambos si tenía pensado ir a su boda. Al mismo tiempo y lo más alucinante: acusa a Kiko Matamoros de cobrar por ir a la boda y hacerse una foto con Marian Flores, su exmujer y hermana de Mar Flores que fue su representada.
Concretamente y según Diego, Kiko habría cobrado bajo mano 16 euros por hacerse la foto saludando a Marian, que él pretendió que se saldase con dos besos, pero que ella rechazó dándole solamente la mano. Diego afirma que sus informantes son de la máxima confianza y que esta traición no se la perdonará nunca a su padre.
Marian habla alto y claro y sentencia
Siempre se ha mantenido callada, sin querer hacer acto de presencia en los medios, pero ante algo que ella considera una actitud mezquina y viendo como su hijo está a los pies de los caballos por afirmar que su padre lo ha vendido, ha decidido hablar telefónicamente con Sálvame.
Ayer 7 de agosto, por fin pudimos oír a la ex mujer de Kiko Matamoros apoyando a su hijo y dando su versión de los hechos: “Creemos a ciencia cierta que es verdad. Que en una celebración se pueda llegar a especular con dinero con una imagen con su exmujer, a la que ha dado caña 20 años…”.
Al ser pregunta por la redactora sobre tan delicado asunto respondía: “Vuestros compañeros tienen la certeza de que así ha sido aunque él siempre lo va a negar. Me parece bastante fuerte después de llevar 20 años machacándome. Qué va a ser lo siguiente. ¿Qué más va a vender? ¿Mis cenizas?”. Afirma también que como sus hijos son mayores, pueden tener la relación que quieran con su padre, echándole así un capote a la díscola Laura.
La guerra en el clan Matamoros se recrudece y aunque parece claro que Marian no quiere volver a hacer más declaraciones, estamos seguros que la ‘cúpula’ de Sálvame apelará no solo a una cuestión económica, sino a su dolor más íntimo, para tratar de convencerla de lo contrario y así poder apuntarse el gol de ser los primeros en llevarla a un plató.
Volvemos a la repetición de la jugada. Nadie deja plantado a Sálvame sin que haya consecuencias terribles. Lo hemos visto con Rosa Benito, Raquel Bollo y ahora es el turno de Kiko Matamoros.