Si, es que, no da para más que para ‘Mundo rosa’, eso sí, un alivio, casi indescriptible ratificar el gran vaticinio: él y ella, ya tienen el casoplón bendecido. Pues nada, a ponerse a quitar las hierbas no procedentes que, con la que cae, ya verás, ya. Esos 2 metros cuadrados de paraíso dan mucho trabajo mantenerlos; como te descuides se apoderan de la flora y, ¡zas! El lío padre. Cuando menos te lo esperas, te monta un pifostio… Menos mal que estamos Salvados con la rápida organización de una pandilla de amigos… ¿de esgrima?
Otro que es un ‘Star Wars’ en toda regla es, aquel que El Gran Wyoming paseó bajo palio, este … cómo se llama… ¿Bárcenas? Amenazados les tiene de sacar los maletines y las grabaciones, si Rosalía entra en prisión. A la señora, no se la toca ¿oído?, porque, claro, si a la de Urdangarín se la dejó tranquila, a la mía, también. Estas tenemos; son capaces de suspendernos el espectáculo de maletines con voz (la pasta voló) y dejarnos a dos velas. ¿Velas?; Marxito, ¡que suben la luz!
Sube, como el número de encausados por corrupción: 6.317 en 387 casos, que se han llevado el pastizal de 122 millones, informa Casos Aislados. ¡Vaya charca! Esto da para una temporada de Tele 5, con reality show de postín. Tanto tuercebotas y desgarramantas juntos rompen las audiencias. ¿Rotos?
Sí, tenemos el corazón roto; qué menos, al saber que Emmanuel Macron recibe en el palacio a Mamoudou Gassama; por fin tiene tiempo para un sin papeles (Los otros, al pasillo de espera) que ha salvado, a riesgo de su vida, la vida de un nene, en el mismísimo París de la Francia. A lo mejor hasta le legalizan y le convierte en un ciudadano.
¿Ciudadanos? No me puedo imaginar un cartel, como aquellos de los etarras en los aeropuertos –pero con el máximo respeto, no me entrullen-, de casi todas las mujeres de este partido, que son casi todas iguales; en el discurso y por fuera: sí; por dentro, no sé. Le pasa lo mismo al PP y sus tintes rubios; lo que viene a ser bote a tutiplén.
¡Qué mañanita Mariano!, ¡qué mañanita! y ‘Mi vida sin microondas’ (Amelia Pérez de Villar).